Nadie, excepto los coleccionistas o billonarios, necesitan un Bugatti. En especial uno con una configuración motriz tan peculiar como un V16. Pero, ¿acaso importa? La casa francesa lo hizo realidad y si bien su diseño es curioso y más bien una evolución del Chiron, hay algo innegable sobre el Bugatti Tourbillon: el glorioso sonido de su motor V16.
Cuando se trata de Bugatti, el proceso de perfeccionar la producción y ensamblar nuevos modelos toma bastante tiempo. Si bien el Tourbillon fue revelado hace varios meses, pasará un buen tiempo para que la marca entregue el primero. Mientras tanto, la casa motriz con base en Molsheim sigue afinando todos los detalles del modelo, con Mate Rimac a la cabeza.
Rugido incomparable
Sí, ese Mate Rimac, cuya marca se fusionó con Bugatti hace un buen tiempo. Tal vez el hombre imagina un mundo con eléctricos autónomos, pero el que es petrolhead de corazón, nunca deja de serlo.
A través de su cuenta de Instagram Rimac nos deja escuchar el sonido del motor V16 que motiva al Bugatti Tourbillon y es tan fabuloso como imagina. Y es que hace mucho ningún fabricante producía un V16, así que escuchar uno moderno es toda una experiencia. Le recomendamos usar audífonos.
Es como una mezcla de sensaciones. La nota baja y “gruñido” de un V8, la furia de un V12 y cierto bramido que recuerda al motor bóxer de 6 o 12 cilindros de algo como un Ferrari clásico o un Porsche 911. Y eso es sólo al iniciar, porque luego el Tourbillon acelera con una prontitud que casi parece irreal. Apenas se aleja en la distancia, con ese bramido del V16 tras de él.
Sabemos que nunca accederemos a un Bugatti Tourbillon, quizá ni veamos uno en persona, pero el sonido de su motor V16 es de admirar. Por sí solo esa unidad hecha por Cosworth entrega 986 hp, eso sin requerir turboalimentación. Si el W16 era un velocista, el V16 suena como un musculoso sucesor para girar cabezas y acelerar más rápido de lo que la mente humana puede comprender.