Porque no todo son modelos con otra insignia, con la Destinator Mitsubishi nos demuestra que aún tienen el toque para crear desde cero sus propios modelos. No sólo eso, son capaces de darle diseños interesantes, como ya ocurrió con la Xforce, también conocida como Outlander Sport. De cierta forma, lo que aquí ve es la versión larga y con siete plazas de la Xforce, concebida para mercados específicos en el sudeste de Asia y América Latina.
Indonesia es el país de origen de este crossover familiar y no, aparentemente es ese auto camuflado que sugiere el regreso del nombre Montero (y Pajero), a pesar de las similitudes. Como su nombre lo indica, la Mitsubishi Destinator se perfila como un SUV para viajes en familia o con amigos, para “conquistar ese destino” y para dar pelea a modelos similares, como la Hyundai Alcazar o la Chevy Captiva XL en nuestra región.
Diseño robusto y bien logrado
Aunque debuta primero en el sudeste de Asia, región donde Mitsubishi tiene presencia importante, la Destinator tiene en la mira otros mercados. Latinoamérica sería uno de ellos, como ocurrió con la Xforce u Outlander Sport.
Con aquella SUV compacta comparte la plataforma, estirada de 4,39 a 4,63 metros. Su diseño proviene del concepto DST que la marca de los tres diamantes exhibió hace un tiempo, aunque con varios detalles pulidos para su producción.
No luce para nada mal, ciertamente mejor que los Mitsubishi europeos basados en Renault. Su frente es recto e imponente, con una parrilla y molduras plásticas robustas, luces LED en forma de T y nervaduras en el capó, formando dos pliegues que se extienden a los pasos de rueda.
En el pilar C se asoma un detalle con ocho líneas horizontales y unos faros traseros con la misma forma de las ópticas frontales. Corona la compuerta trasera con un discreto spoiler, la palabra DESTINATOR y una defensa prominente. Luce capaz lejos del asfalto, así sólo sea de tracción delantera.
Turbocargada para siete

Hablando de ello, el motor es distinto al Mitsubishi Xforce. Aquí la marca usa un bloque de 4 cilindros y 1,5L turbocargado, que se eleva a 161 hp y 250 Nm, con cinco modos de manejo y una transmisión automática CVT. Un despeje sólido al piso y suspensión robusta le añaden un toque utilitario, manteniendo la compostura para viajes largos.
Su interior conserva la doble pantalla del concepto, pero con una consola central más convencional. Una pantalla de 12,3” controla el entretenimiento, con conectividad inalámbrica, botones físicos y sonido firmado por Yamaha. Mitsubishi incluye asistencias al manejo, techo panorámico, aire acondicionado de tres zonas y salidas para las tres filas.
Por cierto, su distancia entre ejes de 2,8 metros es mejor que una Outlander, haciendo espacio justo para los siete ocupantes. Como la Xforce, existe la posibilidad de una versión completamente híbrida a futuro. Es fácil ver como la Destinator tendrá la misión de relevar a la Mitsubishi Xpander, modelo que ya comienza a mostrar su edad. Por ahora debutará en Indonesia y Tailandia, con la posibilidad de aparecer en regiones de África y América Latina en el futuro cercano.