En el mundo de las modificaciones automotrices hay proyectos que se vuelven icónicos y otros que… mejor apague y vámonos. La empresa peruana de personalización de vehículos Global Crom hizo una de las modificaciones más «dolorosas» para los fanáticos de las Toyotas y los Lamborghinis, al darle vida a la «LamboFortuner» una Fortuner con carrocería de Lamborghini Urus.
En este intento «audaz», por no decir «100% controvertido» de combinar dos mundos, la empresa decidió realizarle esta «transformación» completa a esta camioneta, esperando comentarios positivos. Sin embargo, una vez publicadas las fotos en redes sociales, este «invento» desató una ola de comentarios rechazando el vehículo y esperando no volver a verlo jamás.
Identidad dividida: cuando quieres ser lo que no eres
Según la publicación de Global Crom, esta Toyota Fortuner, apodada LamboFortuner es la primera en recibir el kit completo diseñado por ellos, que incluye de todo un poco para darle un aire similar al un Lamborghini Urus. Se le instaló un nuevo parachoques delantero y posterior, faros con tecnología LED DRL en blanco y ámbar, y hasta una regla de compuerta en LED con detalles en fibra de carbono.
Para rematar, se le sumó un spoiler GR en FULL LED, correlluvias (porque Lamborghini que se respete lleva correlluvias) y un pintado personalizado en las manijas. Básicamente, una lista larga de modificaciones que, en teoría, deberían hacerla lucir agresiva. Pero la realidad, a juzgar por la reacción en las redes, es que ha creado un tipo de estética que no termina de «cuadrar», así como ver a un pollo ser amigo de un tigre.
Un vehículo todoterreno, conocido por su robustez y no precisamente por su velocidad, con un «maquillaje» que evoca a un Lamborghini de alto rendimiento, es una combinación que a muchos les resulta por mucho menos decir… confusa.
Es más ciego el que no quiere ver
Las fotos y el video del «LamboFortuner» rápidamente se volvieron virales, pero la mayoría de los comentarios no fueron precisamente de admiración. Aunque eso sí, antes de cuestionar o criticar a la empresa, no hay que olvidarse que hay un cliente que solicitó, estudió, evaluó y aprobó todos estos cambios.
En la misma publicación sobre la modificación del vehículo, algunos lo catalogaron como un ejercicio de mal gusto, mientras que otros lo tomaron con humor, creando memes y chistes sobre el auto con «aspiraciones de Lamborghini».