Algo sabrán ellos que nosotros no… según las proyecciones de Toyota, los motores diésel tienen una década más de vida por delante antes de que una nueva tecnología tome su lugar. A través de su vicepresidente de ventas y marketing en Australia, Sean Hanley, Toyota afirmó que, si bien el combustible diésel no desaparecerá de la noche a la mañana, en el largo plazo, el futuro pertenece a los modelos impulsados a base de hidrógeno.
«No puedo imaginar que el diésel sea necesariamente un combustible del futuro», señaló Hanley, complementando que el hidrógeno es un combustible limpio, tiene buen rango y su infraestructura mejorará significativamente en la próxima década, volviéndose más conveniente y asequible.
Una transición que no todos están listos a tomar

Toyota no está esperando a que los tiempos cambien, ya está actuando aunque con cautela, como muchas de las casas competencia. La compañía ha iniciado una interesante transición en su portafolio, moviendo modelos de alta demanda como el RAV4 y el Land Cruiser a trenes motrices más eficientes, en este caso híbridos.
De hecho, en Australia, la marca ya ha cambiado a una oferta exclusiva de modelos híbridos en nueve de sus vehículos, incluyendo toda su gama de autos de pasajeros y SUV urbanos. Aunque los vehículos comerciales y off-road de la marca, como la HiLux y el Land Cruiser, aún dependen en gran medida del diésel, Toyota ya está explorando el potencial del hidrógeno.
El hidrógeno tiene una deuda pendiente

A pesar de que la marca japonesa crea firmemente en la implementación del hidrógeno como combustible viable para los vehículos a futuro, la realidad es que su desarrollo está más lejos de lo pensado. En la actualidad, Toyota y Hyundai son los máximos exponentes a nivel mundial en vehículos de hidrógeno, teniendo buenos representantes como el Toyota Mirai o el Hyundai Nexo; sin embargo, para las demás marcas, la implementación de esta sustancia como combustible no es un plan tan sólido.
Fabricantes como Mercedes-Benz o Renault han decidido abandonar sus proyectos de desarrollo de autos impulsados por hidrógeno, mientras que Honda y BMW siguen en el trayecto pero a un ritmo mucho más lento. Incluso, Stellantis recientemente anunció que también abandonaba la construcción de modelos a hidrógeno, especialmente furgonetas comerciales.
Así las cosas, solo el tiempo dirá si Toyota tiene la razón o si ellos necesitarán reajustar sus estrategias para no contar con este tipo de combustible a futuro.