Para nadie es secreto que marcas diferentes comparten tecnología, motores y a veces hasta carros completos. No es necesariamente malo; es lo que hicieron Toyota y Subaru con el GT86/BRZ y lo que podría hacer Nissan para el nuevo Z. El grupo Volkswagen también lo hace a través de sus diferentes compañías y el nuevo Skoda Octavia RS 2020 es prueba de que esta práctica puede dar buenos resultados. En esencia, se trata de un carro familiar con la potencia del nuevo Golf GTI y una apariencia más atrevida que otros modelos VAG. Y, dicho sea de paso, es el modelo RS más potente en la historia de Skoda.
Una excelente COMBInación
Hablemos primero de su aspecto. Pese a compartir su plataforma MQB, el Octavia RS se destaca entre otros modelos del grupo VAG gracias a una serie de retoques estéticos. El fabricante checo hizo un gran trabajo en lograr una combinación entre sutileza y deportividad: prácticamente todo el frontal es específico para esta versión y los detalles en color negro brillante reafirman sus pretensiones deportivas. Atrás vienen incluidos un alerón y salidas dobles de escape para completar el look. Este equilibrio es especialmente evidente en la carrocería Combi. Solo piénselo: un estate con espacio para 5 adultos, un baúl de 490 litros y más de 240 caballos de potencia.
Esa es la gracia de una versión RS, porque esos rines deportivos de 18 pulgadas y las mordazas de freno rojas no son pura pinta. El Skoda Octavia RS 2020 comparte mecánica nada menos que con las versiones más potentes del hot-hatch insignia de Volkswagen. Esto se traduce en una versión diésel (197 HP y 400 Nm de torque), una versión a gasolina (241 HP, 370 Nm) y una versión híbrida enchufable (241 HP, 400 Nm). Skoda solo ha confirmado cifras exactas sobre el rendimiento de la versión híbrida: un de 0-100 de 7,3 segundos y 225 km/h de velocidad máxima.
Equilibrio por dentro y por fuera
Todas tres traerán cajas DSG, pero cada versión traerá sus propias ventajas. La versión diésel, por ejemplo, será la única disponible con un sistema de tracción total y la versión híbrida recorrerá hasta 60 km en modo 100% eléctrico. La versión a gasolina, por su parte, podrá escogerse con caja manual, diferencial de deslizamiento limitado y probablemente tendrá mejor rendimiento al no tener que cargar con una batería de 13 kWh atrás. Todas las versiones traerán un interior exclusivo que refleja el equilibrio entre sutileza y deportividad del exterior. Muestra de esto son los asientos deportivos en alcántara, con costura de diamante, acentos rojos y el emblema RS.
El resto del interior recibe un tratamiento similar: detalles en rojo, un timón deportivo y emblemas RS por doquier. La cabina está dominada por dos pantallas: un tablero de instrumentos digital de 10,25” y un sistema de info-entretenimiento de 10”, ambos con un modo RS exclusivo para esta versión. También serán específicos a la versión RS una serie de ajustes a los sistemas de suspensión y dirección para darle un toque extra de desempeño. Skoda no ha confirmado precios o fechas de entrega, una tortura para quienes no podemos resistirnos al encanto de una station wagon con motor turbo y caja mecánica.