Un aficionado de BMW llamado Marc Rutten se cansó de esperar al M2 CSL que nunca llegó. Así que se puso manos a la obra y, con ayuda del estudio de diseño de la marca bávara, creó su propia versión extra picante del M2. Este es el BMW M2 Turbomeister Edition, un proyecto que hace homenaje a aquel CSL que nunca salió a la venta.
Si Mahoma no va a la montaña…
Primero un poco de contexto. Cuando BMW saca un auto deportivo con la letra M, también suele ofrecer versiones más extremas que lo acompañan. Primero va el Competition, luego el CS y finalmente el CSL. Con el M2, BMW alcanzó a sacar las versiones Competition y CS, pero el CSL nunca terminó de desarrollarse. Esto dejó especialmente triste a Marc Rutten, quien esperaba este modelo con muchas ganas, pero al ver que no iba a salir, decidió armar uno el mismo.
Para empezar, tomó un BMW M2 Competition de 2018 y lo puso en una dieta extrema, reduciendo unos 110 kilos del peso final. Parte de ese peso perdido se debe a la instalación de unas ruedas ultraligeras BBS FI-R de 19 pulgadas. Muchas piezas se reemplazaron por otras de fibra de carbono, entre ellas el capó, la tapa del maletero, el difusor trasero, las cubiertas de los espejos, entre otras. Además, el escape original se reemplazó por uno de titanio firmado por Akrapovič. Pero apenas vamos empezando con las mejoras.
Modificado hasta la médula
La potencia del motor S55 de 6 cilindros en línea Twin-Power Turbo se elevó hasta los 520 HP y 660 Nm de torque, aumentando 110 HP y la misma cifra de Nm. Para lograr semejantes niveles de potencia, se instaló una entrada de aire Eventuri y se disminuyó la contrapresión de los gases con el nuevo escape. La compañía Defined Coding reprogramó los sistemas que controlan el motor, la dirección, la transmisión y el diferencial trasero. La idea de todo esto es que la potencia llegue a las ruedas traseras con un mínimo de resistencia.
Por el lado de los frenos, el BMW M2 CSL Turbomeister Edition estrena un paquete desarrollado por Nashin. Incluye unos discos de 380mm, pinzas de 6 pistones, líneas de freno y pastillas de alto rendimiento. Es verdad que los discos son más pequeños que los de serie, pero todo el paquete ahorra 16 kilos en el eje delantero. La suspensión también fue completamente mejorada con un kit 5100 de AST, lo que le da un manejo más extremo. La lista no acaba aquí, pues este proyecto sigue en desarrollo y Rutten afirma que ya tiene varias ideas para mejorarlo aún más. Como dato de cierre, la pintura exterior está inspirada en el BMW 2002 Hommage Turbomeister que ganó el Pebble Beach Concours d’Elegance del 2016.