Para hacer el cuento corto, un hombre llamado Vic Rumbold trabajó casi 20 años para la compañía Jaguar Land Rover en la planta de Castle Bromwich. En ese tiempo, el trabajador pidió 808 permisos laborales por diversos temas de salud y algunos eran por varios meses. Por eso, la compañía lo despidió en diciembre del 2018, pero Rumbold los demandó por despido improcedente y ganó ante los tribunales. Sin embargo, si quiere conocer la historia completa, siga leyendo…
¿Pateando la lonchera?
Por extremo que parezca, el número es correcto; en los 20 años que trabajó con Jaguar Land Rover, Vic Rumbold tuvo 808 permisos por enfermedad. Y no eran permisos de un solo día, pues el último registrado fue desde el 12 de marzo al 13 de agosto del 2018 por un diagnóstico de necrosis avascular. Todos esos días de ausencia le costaron a la compañía alrededor de 130.000 dólares. En un acta presentada por la empresa, se estipula que desde el año 2000, Rumbold no ha tenido un récord de asistencia completo.
Este nivel de ausentismo motivó a Jaguar Land Rover a brindarle tareas alternativas que el trabajador pudiera desarrollar en su estado de salud. Se le encargó registrar los números de identificación de los vehículos en la línea de montaje. Esta tarea la podía hacer sentado y la prueba duraría un mes. Pero Rumbold duró solo una semana ejerciéndola y afirmó que esa tarea era inventada para obligarlo a ir a trabajar. Así ocurrió con diferentes tareas y en todas ellas tenía una excusa para no hacerla.
Faltas por aquí y por allá
La compañía también dejó en claro que el entusiasmo del trabajador para ir a la fábrica era nulo. De hecho, se le asignaron varias citas de salud ocupacional, pero faltó a 11 de ellas sin motivo alguno. La gota que derramó el vaso fue su ausentismo injustificado cuando le negaron un permiso para vacaciones. Después de eso, no presentó ninguna excusa médica o alguna justificación para no haber asistido. Por eso, Jaguar Land Rover decidió despedir a este trabajador, que al poco tiempo los demandó ante el Tribunal Laboral de Birmingham y fallaron a su favor, según informó el Birmingham Live.
Según el juez, la empresa tuvo que haber seguido sus propios procedimientos antes de despedirlo. En el fallo se mencionan alternativas como ofrecerle un empleo diferente o haberle brindado asesoría y advertencias sobre su repetido ausentismo. Recordemos que la empresa ya estaba tomando estas medidas, pero el tribunal creyó que faltaron acciones. Al considerar que el despido no fue procedente, el juez falló a favor de Vic Rumbold. Aún no se sabe cuál será la compensación que la empresa automotriz tendrá que pagar, pero por cómo van las cosas, no es probable que esté buscando su empleo de vuelta.