De entrada le decimos que esto puede herir susceptibilidades. Leer bajo su propia responsabilidad.
Los esfuerzos de la aduana filipina por acabar con el contrabando en este país ha dejado una nueva víctima. En esta ocasión es un ejemplar icónico: un Ferrari 360 Spider.
El predecesor del F430 fue destruído la semana pasada públicamente (transmitido por televisión nacional) por el gobierno filipino. El vehículo avaluado en USD $137.000 (cerca de 450 millones de pesos colombianos) fue hecho trizas por un bulldozer a causa de ser importado ilegalmente a este país.
El 360 Spider ingresó a Filipinas por partes con el fin de que el manifiesto de importación lo calificara como autopartes, y no como un vehículo. Así reducirían gran parte de los aranceles e impuestos. Esto se dio en el mes de mayo y hasta ahora fue confiscado por las autoridades en al ciudad de Manila.
Si a usted le gustaría ver el video (y sufrir con nosotros) le tenemos el video:
El argumento del gobierno
Todos los amantes de los autos se preguntan los mismo: ¿Por qué? ¿Por qué destruir un ejemplar icónico de la casa italiana sabiendo incluso que ya salieron de producción desde el 2004? La respuesta es simple y a la vez ambigua.
El gobierno filipino argumenta que destruyendo los vehículos importados de manera ilegal está poniendo un ejemplo hacia los contrabandistas, mostrándoles qué les sucederá si ocurren en la misma acción.
¿Funciona? La verdad es difícil saber. Los aranceles y costos de importación son muy altos en Filipinas, con el fin de incentivar la compra local en la industria automovilística, lo cual nos lleva a pensar que esta situación seguirá ocurriendo. Vale mencionar que en el 2018 se destruyeron 851 vehículos de alta gama y 13 de ellos públicamente
A ninguno de nosotros nos gustaría ver nuestro auto siendo destruido en televisión nacional, sin embargo es necesario estar dentro de la ley a la hora de disfrutar un vehículo. De igual manera, no deja de ser triste ver ‘il cavallino rampante’ siendo destrozado de esta manera.
