Esta es una nota que le dará un poco de placer y un poco de rabia; empecemos por lo placentero. Polestar se toma muy en serio lo de las pruebas de carretera en condiciones extremas y prueba de ello es la creación del Polestar 2 Arctic Circle. Se trata de una creación especial y única para probar este modelo en condiciones extremas. Para ello, lo modificaron como un verdadero experto y aficionado al rally lo habría hecho. No nos agüemos la fiesta, así que le diré las malas noticias al final.
Un laboratorio para derrapar
Los suecos no se andan con rodeos y querían probar la resistencia del Polestar 2 Arctic Circle hasta sus últimas consecuencias. Por eso, el piloto de rally Joakim Rydholm acudió a su experiencia para crear un modelo al cual exigirle mucho. Empezando por lo elemental, pidió que tuviera el Performance Pack, pero eso no era suficiente. También pidió un aumento de potencia considerable, ubicando el rendimiento de los 2 motores eléctricos en 469 HP y 680 Nm de torque. Si va a probar la resistencia de un chasis o de un auto en general, necesita exigirlo al máximo.
A Rydholm no le bastó la fuerza adicional, sino que también quería mejor manejo. Por eso se instaló una suspensión especial creada por Öhlins. Ellos configuraron este Polestar 2 en específico para tener 30 mm adicionales de altura respecto al suelo, amortiguadores ajustables más suaves y mayor recorrido de todo el sistema. Por parte de Polestar, ellos reforzaron la estructura con 2 tirantes para mejorar el manejo. Los frenos Brembo de 4 pistones no se mejoraron, pues ya eran lo suficientemente buenos para las pruebas invernales.
Capacidades de rally
El Polestar 2 Arctic Circle también recibió un prototipo de control de lanzamiento en el volante. Además, en la parte trasera se instaló una paleta quitanieves y una correa de recuperación. Solo esto prueba que este prototipo no se va a manejar delicadamente. Todas estas mejoras se coronan con unas ruedas OZ Racing de 19 pulgadas y llantas con clavos para rally.
Todo eso se ve muy bien ¿verdad? Pues ahora viene la mala noticia: ningún cliente podrá ponerle las manos encima al Polestar 2 Arctic Circle. Este es un prototipo para desarrollo y no se producirá en masa. Hasta donde se sabe, solo se verá derrapar en silencio en el extremo norte de Suecia, a una latitud de más de 66 grados norte. De hecho, es posible que este sea el único que exista. Lástima, sería otra forma de convencer a los escépticos que los vehículos eléctricos son de todo, menos aburridos.