Sebastian Vettel sigue acumulando portadas, pero no por las razones que a él le gustaría, ya que ahora está contagiado con COVID-19. Esto significa que no podrá competir en la primera carrera de Fórmula 1 de este año, pues se perderá las prácticas libres. En su lugar, Aston Martin acudió a su piloto de reserva, nadie menos que Nico Hulkenberg, quien estrenará el AMR22 en Bahrain.
Hulkenberg aún no ha conducido el nuevo monoplaza, pero ya hizo un extenso trabajo en el simulador para estar listo el día de la carrera. La última vez que el alemán pisó una pista fue en el 2020, en el Gran Premio de Eifel. Los monoplazas de esta temporada son muy diferentes y ahora tendrá que adaptarse a las nuevas dinámicas de este año. ¿Será que se le cumple por fin el sueño de subir al podio? Por su parte, Vettel está recluido en una habitación de hotel en aislamiento, hasta que vuelva a dar negativo a las pruebas PCR. Al parecer, no ha presentado ningún síntoma o afectación a su salud.
Un virus que aún no se va
El contagio por COVID-19 de Sebastian Vettel tiene las alarmas prendidas en la categoría. Antes de Vettel, Daniel Ricciardo también dio positivo a la infección y se perdió parte de las pruebas de pretemporada, mientras cumplía el aislamiento. Mientras tanto, su compañero, Lando Norris, alcanzó a completar 200 vueltas a bordo del MCL36. Ricciardo sí podrá competir, ya que alcanzó a dar pruebas PCR negativas antes de empezar el calendario oficial.
En cambio, Vettel no podrá correr, pues tiene que estar presente en las prácticas libres y es casi imposible que se libre de la infección a tiempo. Hulkenberg afirmó estar listo para asumir el reto, aunque tiene que ponerse al corriente con el monoplaza tan pronto como sea posible. Este es un comienzo con el pie izquierdo para la escudería británica, ya que no tendrá a su alineación principal tras el volante.