Los carros eléctricos suelen ser criticados por su autonomía y esto lo sufrió en carne propia un oficial en su Tesla de la policía de Fremont, California. El oficial Jesse Hartman se encontraba persiguiendo a un sospechoso cuando la pantalla de su patrulla le anunció algo absurdo: le quedaban 10 kilómetros de autonomía. Esto confirmó ayer una portavoz del departamento de policía de esa ciudad, confidencialmente la misma donde está ubicada la fábrica de Tesla. Los memes y los chistes en internet no se han hecho en esperar, pero en Fuel le tenemos todos los detalles sobre este peculiar suceso.
“Se me puede volar en un segundo”
Hartman se encontraba patrullando en su Model S 85, un modelo 2014 que la policía de Fremont adquirió de segunda en enero de este año. De repente, vio parqueado un carro con una placa que estaba vinculada al sospechoso de un crimen e intentó detenerlo. El sospechoso arrancó a toda velocidad y Hartman arrancó detrás, solo para darse cuenta que le quedaban 10 kilómetros de batería. Se comunicó con la estación de policía y pidió refuerzos. “Solo me quedan 10 km en el Tesla y se me puede volar en un segundo. ¿Si es posible, alguien podría maniobrar al punto 1?”, fueron sus palabras exactas. Momentos después la persecución fue cancelada, pero no por el motivo que rumoran algunos.
En realidad, varias unidades con carros a gasolina llegaron a la escena y pudieron relevar a Hartman, pero desistieron de la persecución pues el sospechoso estaba maniobrando de forma demasiado insegura. Esto es algo que sucede a veces en este tipo de persecuciones para evitar daños colaterales que puedan afectar a civiles. Según Geneva Bosques, portavoz de la policía de Fremont, el vehículo sospechoso se encontró abandonado horas después. Hartman encontró una estación de carga y pudo regresar a su estación sin mayores inconvenientes. Y es que, según Bosques, fuera de esta eventualidad, el Tesla de la policía de Fremont se ha comportado a la altura…
A los de gasolina también les pasa
Bosques afirma que el Tesla ya había sido usado en otra persecución y que se había portado perfecto. No sorprende, considerando que un Model S 85 viene con 380 caballos de potencia y la aceleración instantánea característica de un motor eléctrico. El problema en esta ocasión fue que alguien olvidó poner a cargar el Tesla al final de su turno, cosa que también pasa a veces con las patrullas de motor a gasolina. Según Bosques, el Tesla ya había sido usado por dos turnos seguidos antes de que Hartman lo recibiera.
En sus palabras: “El incidente no fue realmente diferente a un vehículo que se queda sin gasolina y es un buen recordatorio a nuestros oficiales para que tengan un tanque o una batería llena para poder cumplir las 11 horas de su turno”. Este curioso inconveniente no ha afectado la opinión que tiene la policía de Fremont sobre su patrulla 100% eléctrica, la única en servicio en todo USA. Tal vez si se hubiese tratado de un Model S Plaid, el sospechoso no habría tenido tanta suerte…