Sin saberlo entramos en un duelo de autos de carreras con placa. Porsche participó con el 911 GT3 RS, Lamborghini con el Huracán STO y Ferrari está preparando al SF90 VS, pero parece que tenemos a un ganador claro. Se trata del KTM X-BOW GT-XR, el mismo que nuestro espía vio haciendo pruebas en el Nürburgring. Parece que esa era su etapa final de pruebas, ya que se presentó antes de tiempo.
Con seguridad podemos decir que esta es la definición perfecta de un track toy, un juguete para pista de venta libre y con homologación para calle. Al ver algunas de sus características se podrá preguntar: ¿Cómo fue posible? Y la respuesta es simple: es una marca de motos deportivas haciendo un auto, es natural que el resultado sea tan extremo como sus motos. Además, es un auto de carreras con las mínimas adaptaciones para calle, el sueño de todo petrolhead de verdad.
Hora de divertirse como austriacos
Si tuviéramos que definir al KTM X-BOW GT-XR sería con la palabra puro. En medio de todos los track toys que se han presentado, este es el más visceral y sin filtros. La mecánica que usa la versión de calle es casi la misma que se usa en la categoría GT2, pero ligeramente descafeinada. Nos referimos al motor Audi de 5 cilindros en línea y 2.5 litros que genera 500 hp y 581 Nm de torque. Es menos potencia de la que esperábamos, pero hay que entender que este auto debe sobrevivir al uso civil y no tendrá los cuidados y mimos de un equipo de carreras.
Otro tema que cambia es la transmisión, ya que el modelo de calle usa una caja DSG de 7 velocidades del grupo Volkswagen. Esta transmisión no es para nada mala y deja muy buenas sensaciones, pero no es la unidad SaReNi que tiene la versión de carreras. Las razones son las mismas que con la potencia. Lo que sí posee es un embrague ultraligero de carreras y una modificación para que funcione de manera más inmediata. Además, tiene un diferencial mecánico para distribuir la potencia a las ruedas traseras de mejor manera.
Las cifras lo son todo
Comparado con otros superautos presentados en la Semana del Automóvil de Monterrey, el KTM X-BOW GT-XR no parece mucho. Sin embargo, este es uno de esos casos donde no se necesita tanta potencia gracias al poco peso, al mejor estilo de Lotus. Gracias a su bajo peso de 1250 kilos, alcanza los 100 km/h en tan solo 3.4 segundos y a fondo llega hasta los 280 km/h, con limitación electrónica. Aunque este tema no importe aquí, KTM destaca que puede tener una autonomía de 1000 kilómetros gracias al tanque de gasolina de 96 litros y a la eficiencia del motor TFSI de Audi.
¿Comodidades? ¿Dónde?
Ahora, si le parecía que el interior del 911 GT3 RS es espartano, el del KTM X-BOW GT-XR parece un cobertizo de herramientas, como todo auto de carreras, aunque tiene algunos detalles curiosos. Para empezar, no hay puertas. En su lugar para acceder a la cabina se entra por el techo, gracias a la cúpula eléctrica que se abre en su totalidad. Una vez adentro, se puede encontrar con asientos de tipo cubo integrados en el chasis con un arnés de 4 puntos. No se preocupe si no le ve los espejos, ya que tiene cámaras de retroceso.
Luego está el volante, que tiene el tablero de instrumentos y varios controles integrados. La dirección es eléctrica, con ajustes progresivos dependiendo de la velocidad, así que tiene su ciencia. No hay pantalla de info-entretenimiento, ya que no hay nada más divertido que manejar a fondo al KTM X-BOW GT-XR. Sin embargo, cuenta con un soporte para el teléfono, por si necesita la navegación.
Todo se remata con un chasis hecho enteramente en fibra de carbón, una suspensión ajustable Sachs, ruedas OZ Racing y frenos cerámicos como opción. Solo falta decir que este auto sale de la misma línea de montaje de sus autos de carreras para entender la idea. A mi parecer, no hay nada más deportivo que un auto hecho por una compañía de motos deportivas y construido sobre un auto de carreras.
