Una de las bondades de la época que habitamos es la habilidad de tomar las cosas que añorábamos de nuestro pasado y traerlas al siglo XXI. Como tomar un Gameboy clásico y colocarle baterías más grandes y pantalla a color. En el mundo automotriz ese concepto tiene nombre propio, restomod, y este Jeep Gladiator de 1966 es el perfecto ejemplo de uno hecho a la perfección.
¿Por qué lo decimos? Porque mezcla con muy buen gusto lo mejor de ayer y hoy. En vez de usar un V8 de Ford o Chevrolet, Vigilante 4×4 (compañía responsable) utiliza un propulsor 100% Chrysler para mantener la pureza del Jeep. Por cierto, Vigilante 4×4 es una empresa especializada en crear este tipo de restomods, modificando joyas del pasado de Jeep como el Wagoneer o Cherokee de dos puertas. Incluso desarrollan su propio chasis modernizado que encaja a la perfección en esos clásicos de la marca.
Aspecto clásico, potencia Chrysler moderna
Dado que el Gladiator usa una construcción similar al Jeep Wagoneer o Cherokee, es perfecto para este restomod. La conversión inicia con ese chasis moderno, que entre otras cosas le da acceso a una suspensión de resortes (en vez de ballestas) y la capacidad de usar motores poderosos. Como los V8 Hemi de Chrysler, el cual tiene bastantes sabores a elegir. El más “civilizado” de todos es una unidad 6.4L que eroga 485 caballos de potencia, pero si de verdad quiere poder este Gladiator se puede construir con el V8 supercargado del Challenger y Charger Hellcat, con 707 equinos a su disposición.
Es más, Vigilante asegura con confianza que el chasis acepta motores hasta de 1000 hp, si así lo prefiere. La suspensión con resortes Eibach se complementa con amortiguadores Fox 2.0 y frenos de disco Baer de 6 pistones. Eso es confort y poder moderno para afrontar distintos terrenos, junto a las llantas de 17” con cauchos A/T o M/T.
Todas estas amenidades modernas viven tras la carrocería y apariencia original del Gladiator. En serio, si no le dijéramos que es un restomod nadie lo notaría a menos que hunda el acelerador. Vigilante restaura su exterior y cabina para darle ese toque de clásico que agrada a todo el mundo, y quizá la única pista de su corazón moderno es una transmisión manual de 6 marchas o una automática de 4. Como suele ser el caso, este es un juguete para quien tiene dinero de sobra para justificarlo, ya que el precio base de la conversión es de casi 300.000 dólares. Y eso sin opciones o elementos que el cliente desee personalizar.