A un lado Renault (o “Renol”) Twizy, hay un nuevo city car simpático y adorable con el poder eléctrico de su mano. Es el Fiat Topolino, el nuevo “cuadriciclo” eléctrico hecho en Italia con un precioso aspecto neo-clásico que parece una caricatura. Es como si Luigi de la película Cars cobrara vida, pero con un aspecto más adorable. Aunque ya lo conocíamos, solo hasta hoy Fiat develó todos sus detalles que harían que Doug DeMuro se desmayara.
Bajo toda esa dolce vita italiana se esconde la pasión de un francés, y eso es porque el Fiat Topolino es gemelo del Citroën Ami, otro cuadriciclo eléctrico que es un éxito en toda Europa. Bajo la sombrilla de Stellantis todos tienen derecho a compartir, y es por eso que el Ami es también el Opel Rocks-e; o el también neo-retro Fiat 600e es el mismo Jeep Avenger.
¿El primer auto de muchos?
Sin embargo, lo que nos importa es conocer todos los detalles del Fiat Topolino eléctrico. Para empezar, al ser un cuadriciclo eléctrico este es un vehículo que puede ser operado por adolescentes de 14 o 16 años, al menos en lo que a Europa respecta. Mientras todos sueñan con exóticos con precios desorbitantes, el Topolino es tan interesante que robará más miradas que un Lamborghini o algo parecido, y eso es suficiente para un adolescente.
Además su tamaño tan compacto que apenas supera los 2.4 metros de largo y 1.4 de ancho es ideal para la ciudad. Mejor que una bicicleta o scooter sí es, al menos para el gusto de muchos que asocian esos vehículos con imágenes negativas. Para los italianos de pura cepa, nada puede reemplazar a una Vespa, ni siquiera una eléctrica.
Ya que estamos hablando de ello, abordemos sus prestaciones. El Topolino no es un vehículo para viajes largos, y no tiene miedo a admitir que su autonomía es de apenas 75 km. Pero esa es la idea, recorrer trayectos cortos y aprovechar al máximo su batería de 5.5 kWh que se recarga con un enchufe de pared en 4 horas. O menos, si se utiliza corriente directa.
Sus 8 caballos de potencia no son la gran cosa, pero solo tienen que mover media tonelada de peso. Así que la aceleración de 0 a 20 km/h será “animada”, antes de que el Topolino llegue a su límite de 45 km/h, impuesto por temas de seguridad.
Disfrutando de Roma como si fueran los años cincuenta
El lema del Fiat Topolino eléctrico es estilo sobre sustancia. No que le falten argumentos mecánicos porque este es el auto perfecto para hacer diligencias en la ciudad o incluso doblar como vehículo para entrega de bienes. Pero la idea es lucir fabuloso y destacar a donde vaya, nada más. Todos tendrán un color verde menta y se ofrecerán en dos variantes, una convencional y otra con techo suave sin puertas denominada Dolce Vita.
Lo que hace único al Topolino es su variedad de accesorios. Como una ducha portátil para usar en la playa, lugar al que Fiat le urge que viaje con su adorable “autito”. También hay un pequeño ventilador USB y un altavoz Bluetooth, una botella térmica que combina con el Topolino y hasta cubiertas para los asientos que también sirven como toallas para la playa o piscina.
El toque final es el “Dolcevita box”, una rejilla de carga con un estilo retro para anclar algo de equipaje fuera de los 65 litros de espacio tras los asientos. Si nos lo pregunta, el Topolino al aire libre debió llamarse Jolly, como esos Fiat 500 y 600 al aire libre que hasta tenían sillas de mimbre. Pero esas “puertas” hechas de cuerda bastan.
Solo para Europa… como raro
Para ser un clon del Citroën Ami, el Topolino tiene bastante personalidad para forjar su propia identidad. Así sus acabados interiores puedan pedirse con calcomanías y cubiertas que simulan madera real.
Fiat nos dice que comprar uno es lo más fácil que existe, al menos en línea, y que comenzarán a entregar las primeras unidades en noviembre de este año. Este es un modelo que se ofrecerá en Italia y Francia para empezar, y a la gente de Fiat les decimos que lo traigan a Latinoamérica. Como mínimo será una curiosidad simpática que sirva como una alternativa más asequible en el creciente mercado de los autos eléctricos.