Vivimos en una era donde existen un montón de servicios por suscripción. Para ver películas y series, como Netflix, HBO o Amazon Prime; para escuchar música como Spotify, en fin. Casi nos hace creer que llegará un punto en el que la humanidad aceptará que hasta usar algo tan básico como un cepillo de dientes requiera un pago mensual. Al menos BMW creyó que el tema de una suscripción era inevitable, ofreciendo este servicio para desbloquear, entre otras cosas, sillas con calefacción en sus modelos.
Con lo que no contaba BMW es que sus clientes no son tan ingenuos, y la marca alemana terminó recibiendo una dosis de realidad. Para la sorpresa de absolutamente nadie, los clientes de BMW odiaron la idea de esa suscripción, y prácticamente nadie pagó por el privilegio de las sillas con calefacción. Elemento que, por cierto, viene de fábrica e incluido en el precio del vehículo, así BMW insista que nadie tuvo que pagar dos veces.
Una idea que nadie pidió y nadie quiso
Autocar reporta que un representante de la marca, Pieter Nota, reveló por qué BMW abandonará la idea de sus suscripciones. Nota (miembro del equipo de ventas de BMW) indica que la casa bávara probó la idea de ofrecer suscripciones para ciertas características en sus modelos, a modo de “paquetes extra” luego de comprar un BMW nuevo. El experimento en esencia reveló que, sorpresa sorpresa, la recepción ante ese servicio fue bastante pobre.
“Nuestros clientes sienten que pagaron el doble, algo que no es real pero su percepción es definitiva. Por tal razón cancelamos eso (las suscripciones)”. En la imaginación de las mentes a cargo de BMW este sistema les permitía fabricar vehículos todos iguales, eliminando de cierta forma el catálogo de extras a sus clientes. Todos los autos venían cargados de esas opciones por un precio menor, y quienes los compraran podían desbloquear esas características si lo querían más adelante. Un pensamiento idealista que se fija en los números y no en la mente humana.
Como era de esperarse, las personas (clientes o no de BMW) no vieron las cosas así. No solo estaban pagando el mismo precio por un BMW con menos opciones, tendrían que pagar de nuevo para desbloquear funciones. BMW tampoco vendió muy bien la idea al público general y estaban condenados a las críticas y burlas. El público de BMW fue muy tajante con su opinión frente a la suscripción por sillas con calefacción y este es el resultado. De ahora en adelante BMW solo ofrecerá servicios de esta índole para descargar actualizaciones de software nada más.
Al menos BMW reconoció el error y decidió cancelar esta idea de pagar más por características físicas que ya venían incluidas en sus autos.