No puede ser coincidencia que Toyota presente a todo el mundo un biplaza deportivo y que esperen que no lo asociemos con su biplaza deportivo que lleva durmiente casi dos décadas. Los rumores del retorno del MR2 (o MR-S, si lo prefiere) se acaban de avivar con la revelación del Toyota FT-Se, un pequeño deportivo eléctrico que tiene bastantes chances de llegar a producción.
Llámelo nostalgia, deseo por acaparar a los entusiastas o simplemente adelantarse a la era eléctrica. Pero el Toyota FT-Se, si bien es eléctrico, es un modelo creado por Gazoo Racing para ser lo más divertido posible, mismo mantra que tuvo el MR2 en su momento. No por nada las siglas MR2 hacen referencia a su tamaño, plazas y usabilidad como un deportivo para todos los días. O si prefiere su traducción oficial: “mid-ship run-about two seater”.
A un paso de la realidad
Prueba de que es un vehículo para entusiastas, así su naturaleza eléctrica sea divisiva, es la prominencia de sus logos GR. De hecho, por ningún lado aparece el logo de Toyota, solo las insignias de Gazoo Racing. Parecerá un concepto muy radical, pero las siglas FT en su nombre (Future Toyota) señalan que irá a producción, y la última vez que vimos esas dos letras recibimos al Supra A90.
Casi parece un auto de carreras para Le Mans pero condensado, y la fórmula que aquí debe aplicar Toyota está en su peso. Los MR2 se caracterizaban por su bajo peso y tracción trasera, algo que tendrá que combatir Toyota frente al uso de baterías integradas en el chasis. La parte de “motor central” se puede resolver colocando solo uno sobre el eje trasero. Si se comporta como un Lotus de antaño o un Mazda Miata, entonces es digno del nombre.
Lastimosamente Toyota no nos quiso revelar los detalles que moverán al FT-Se, ni tampoco confirmaron si será el MR2. Podrían sorprendernos de la nada y decir que es el nuevo Celica, o el futuro del GR86. Incluso podrían usar algún nombre totalmente ajeno por si no quieren caer en la nostalgia. Un detalle que sí conocemos es que compartirá plataforma con el FT-3e, un crossover deportivo que fue presentado a su lado.
Toyota hoy en día invierte en baterías de estado sólido más ligeras y eficientes, algo que seguramente estará en este deportivo de llegar a producción.
Simpleza futurista en su interior
No podemos irnos sin hablar de su cabina y es que tan solo mírela. Parece de juguete, con un vibrante color azul recorriendo las sillas y parte baja del tablero, asemejándose a una malla. El tablero es minimalista y funcional, quizá con demasiadas pantallas flotantes junto al volante que es ovalado y parece el de un prototipo de pista.
De nuevo el logo GR aparece prominente frente al volante, y dos interfaces ponen en marcha al vehículo y ofrecen datos relevantes como tiempo de vuelta, modo de manejo, ajustes sobre la marcha y todo lo necesario para brillar en la pista.
Por el lado del diseño la forma básica es la de un biplaza con una corta distancia entre ejes, bajo centro de gravedad y ojalá distribución de peso 50/50. Al frente emergen unas luces LED algo radicales que se pierden bajo el chasis, y atrás unas aletas sobre los guardafangos dan la sensación que es un monoplaza afín a un Radical de pista. Detalles que esperamos sean pulidos para el mundo real si llega a producirse.
Por amor a la nostalgia
Esta nueva era de nostalgia neo-futurista no es exclusiva de Toyota, ya que parece que todos en el Salón de Tokio quieren aprovechar esa ola. Honda lo hizo reviviendo un nombre icónico, Mazda hizo una carta de amor eléctrica al motor rotativo y Toyota lo hace de esta forma.
En otras palabras Toyota acaba de decir “acá está el esperado MR2, pero no vamos a confirmar su nombre”. Si están abiertos a sugerencias, este biplaza no merece ser exclusivamente eléctrico. Un motor a combustión con ayuda híbrida sería la alternativa perfecta para tener a todos los entusiastas contentos.