No será del agrado de todos, pero no puede negar que este Citroën Ami se siente como un modelo clásico de la marca. En concreto, el 2CV, cuyo marketing se centraba en la simpleza y que recibiera un nuevo color de carrocería era todo un acontecimiento. Varias décadas después, Citroën aplica la misma simpleza al Ami eléctrico, diminuto city car que no necesita de demasiadas exageraciones para seguir vigente y desempeñar su rol.
A esta noticia sólo le faltó uno de esos anuncios jocosos de Citroën que mostraban cómo el 2CV es mejor que antes o incluso que la competencia. Considerando lo sencilla que es la producción del Ami, modelo cuya carrocería es simétrica adelante y atrás, es una sorpresa que Citroën se tome la molestia de añadir un color distinto a su carrocería plástica. Al final del día, el Ami debutó con dos tonos externos “distintos”: un azul y un gris.
Poniendo color al Ami
Cuatro años después de su introducción, el Citroën Ami recibe el anticipado tercer color. Aunque, más que un tono sólido, es una combinación de diferentes colores. Recibe el nombre de “sepia nocturno”, título bonito para lo que es en esencia un color café, como el cappucchino de Starbucks que bebería el dueño de un Ami en Europa.
Esa tonalidad se ve atravesada por acentos de color naranja y coloridas calcomanías en los costados. Si eso no basta, el Ami tiene una nueva versión “deportiva y jovial” llamada Peps, la cual recibe acentos negros en las luces, calcomanías amarillas, un sutil spoiler, rines negros con acentos blancos para lucir como pétalos de una flor y decoraciones en la parte baja de las puertas. Incluso tiene un número 2, por si quiere pretender que el Ami es un auto de carreras.
No espere locuras en el interior, porque el Ami sigue siendo tan minimalista como lo fue en su debut hace 4 años. Si quiere acceder a datos o entretenimiento, tiene una montura firme para su teléfono inteligente, eso es todo.
Más práctico en la ciudad
Ahora, si quiere usar al Ami como una pequeña van de carga, Citroën ofrece un paquete especial para que, además de tener un color bonito, el Ami sea versátil a la hora de llevar paquetes, cajas o incluso materiales delicados. Este sistema llamado MyCargo es modular y se puede configurar como una silla auxiliar, como un almacenamiento privado o una división para organizar la carga.
Al final del día el concepto del Ami, así como lo fue el 2CV, no necesita cambiar demasiado y Citroën lo sabe. Quizá en algunos años tengamos otro color y tal vez, sólo tal vez, una batería más grande o eficiente. Bien podrían fabricar al Ami por décadas sin muchos cambios a este ritmo.