Con la actualización de la Ford F-150 de catorceava generación, que conocimos hace ya casi un año, era natural que Shelby respondiera con una versión más poderosa tarde que temprano.
Y aquí está, sin demasiado bombo pero con muchos “platillos” para hacer ruido, siempre y cuando esté dispuesto a pagar bastante por el privilegio. Bien podríamos decir que Shelby hoy por hoy es la división “premium de alto desempeño” del Óvalo Azul, muy por encima de cualquier vehículo de Ford Performance. Equivocados no estaríamos, así que vamos a ver qué hace tan especial a la Ford F-150 2024 “envenenada” por Shelby.
V8 más supercargador = combinación ganadora
Lo que hizo Shelby, en esencia, es su propia versión de una Ford F-150 Raptor R. Una que usa la versión Lariat de la F-150 equipada con un V8 de 5 litros de desplazamiento que, sin ningún cambio, produce 400 hp.
Eso es hasta que Shelby agrega un sobrealimentador, escape Borla, nueva unidad para controlar el motor (ECU) e inyectores de mayor flujo, saltando hasta los 785 caballos de potencia. 65 más que una Raptor R, por cierto.
Para no ser menos que la “cazadinosaurios” de Ford, Shelby cambia la suspensión de la F-150 por amortiguadores Fox 2.5 con válvula de bypass y reservorio de líquido hidráulico separado. Esto, sumado a un kit de levantamiento de 3 pulgadas y barras estabilizadoras de mayor desempeño, hacen que la F-150 de Shelby se desenvuelva con soltura fuera del asfalto.
Todoterreno con estilo
Algo contradictorio, ya que si bien las llantas de esta pickup son todoterreno, los rines de 22” reducen bastante el perfil de estas gomas. En el departamento visual Shelby añade pasos de rueda extendidos, estribos, un capó con nuevas tomas de aire, una parrilla con la cobra de Shelby, defensa frontal más agresiva y una cubierta para el área de carga.
No pueden faltar las insignias o líneas de carrera, al igual que muchas piezas de color negro. En la cabina abunda el cuero, las costuras rojas y los logos de Shelby, al igual que una placa numerada y molduras en fibra de carbono.
800 de estas máquinas de serie limitada serán producidas por Shelby, todas por un precio que se eleva hasta los $140.000 dólares americanos. En esencia cuesta más que una Raptor R, pero es el precio a pagar por algo más agresivo, limitado y con una parte del espíritu de Carroll Shelby albergada en el motor y sus logos.