Puede que el motor W16 de Bugatti haya dejado el escenario, pero no podía retirarse sin un último acto glorioso. El Bugatti Mistral, esa despedida convertible al exótico más famoso de toda Francia acaba de imponer un récord de velocidad. Uno reservado a una categoría específica de hypercars para disfrutar a cielo abierto, porque cuando hablamos de récords los hay de todos los tipos.
Además, Bugatti no es ajeno a este tipo de récords. En su época el Veyron era el auto de producción más rápido del planeta. Luego lo fue el Chiron, con todo y Juan Pablo Montoya abordo. Ahora es turno del Bugatti Mistral para coronarse como el convertible más rápido de la historia en un escenario familiar.
Otro récord más para Bugatti
El óvalo y pista de pruebas de Papenburg en Alemania es un sitio donde los récords se hacen para romperlos. Lastimosamente el piloto de pruebas de Bugatti, Andy Wallace, no pudo disfrutar del viento en su rostro al marcar este récord a bordo del Mistral. La seguridad primero, usted sabe.
Fue en los primeros días de noviembre que Wallace entró al óvalo de 12,3 km, entrando a la curva peraltada a una velocidad constante de 200 km/h. Fue allí que desató la furia del W16 y sus cuatro turbocargadores, marcando el récord oficialmente reconocido ante los libros de la historia: 453,91 km/h.
Haciendo feliz a un dueño
Los expertos de Bugatti nos dicen que creen que no fue el único récord que marcó el Mistral W16 Convertible. Luego de que Wallace impusiera la marca, lejana de los 490 km/h del Chiron Super Sport, el dueño del Mistral se subió al asiento del pasajero.
Sí, este Mistral, uno de 99, pertenecía a alguien que lo prestó a la ciencia. Acto seguido, el piloto de pruebas llevó al dueño en otra pasada por Papenburg, alcanzando una velocidad similar e imponiendo quizá un récord de velocidad en un convertible con piloto y pasajero. Luego, Bugatti adornó a su exótico negro y naranja con una calcomanía especial, señalando la marca cumplida por este Mistral y haciendo muy feliz a un dueño acaudalado.
Mientras eso ocurre, nos dicen que cierto empresario calvo en una fábrica de Suecia ya prepara un Jesko descapotable para arrebatarle este récord, una vez más, a Bugatti.