Existen GT-R extremos y luego está el auto que adorna estas letras. Tal vez no me crea, pero este es un Nissan Skyline GT-R R32, transformado en un tributo al Silvia Silhouette Formula por Liberty Walk. Preparador japonés que sabe una cosa o dos de estos tributos a esa era tan peculiar del automovilismo.
Básicamente, Super Silhouette antecedió a lo que hoy llaman Super GT y era una categoría que inyectaba esteroides al Grupo 5. Bodykits enormes, splitters afilados, diseños atrevidos, todo valía en esa categoría. Liberty Walk es un preparador que ha hecho bastantes tributos a esa era, sobre el GT-R, el Silvia o el Toyota Celica y esta vez le tocó el turno al Nissan Skyline, que no precisamente homenajea al R30 Super Silhouette de Masahiro Hasemi.
Sutileza, ¿qué es eso?
Sin duda alguna, este Skyline GT-R Silhouette es superior al R32 EV que presentó la misma Nissan. Y lo decimos conscientes de que su estilo no es para cualquiera.
Liberty Walk toma un Nissan Skyline R32 de fábrica y añade todo el tratamiento Silhouette que genera tanto amores como odios. Pasos de rueda ridículamente ensanchados, un capó afilado, rines SSR, un splitter aún más afilado que parece una cuchilla, faldones enormes pegados al suelo y luego está la parte trasera.
El eje trasero es ensanchado y posee una forma de cuña que culmina en un alerón considerablemente grande. Liberty Walk incluso se tomó la molestia de reubicar los faros traseros redondos característicos del Skyline. El toque final es su librea, con una mezcla de blanco y gris que evocan a los Silvia y Bluebird de esa era Super Silhouette. No olvidamos la cabina, con jaula antivuelco, butacas tipo cubo rojas y un volante deep dish con la bandera de Japón.
No hay mejoras en desempeño, más allá de una suspensión rebajada. Toda la conversión asciende a casi $30.000 dólares (USD), si se lo pregunta. Y si lo ofende, tranquilo que no es la primera ni última vez que LBWK aplica esta magia “ochentera” a un Skyline.