Aprovechando que por estos días nos encontramos en Los Ángeles realizando las primeras pruebas para los World Car Awards 2024, le tenemos una primicia en vivo y en directo. Así es, conocimos en persona a la novena (y nueva) generación del Toyota Camry 2025, vehículo con el cual Toyota insiste que los sedanes no están muertos y que aún tienen un espacio entre los conductores más sensatos. Particularmente en Estados Unidos, donde fue desarrollado y se producirá a partir del otro año.
No es precisamente igual a su filtración pero sí se acercó bastante. El nuevo Toyota Camry 2025 presenta varias novedades, más allá de su diseño. El motor V6 dice adiós al igual que la variante “deportiva” TRD, y en su lugar tendremos propulsión 100% híbrida en todas sus versiones con un motor que también se producirá en EE.UU.
Si bien es nuevo, este Camry se siente como una evolución de su anterior generación más que un salto enorme en diseño y tecnología. Algo que no nos molesta, porque lo que hizo Toyota fue pulir los detalles del anterior Camry y agregar su nueva identidad en un producto que quiere convencernos de que los crossovers no son el único futuro en transporte.
Apostando únicamente a la hibridación
Toyota tendrá dos configuraciones híbridas del Camry, una de tracción delantera y otra que mueva las cuatro ruedas (AWD). Su motor 2.5 de 4 cilindros se mantiene pero con varias modificaciones para hacerlo más eficiente y potente. Mismo propulsor presente en otros modelos de la marca en Estados Unidos, como el Crown Crossover e incluso la RAV4.
Con esta configuración más eficiente el nuevo Camry recibe más potencia, pasando de 208 a 225 caballos para el modelo 4×2, y 232 para la versión AWD. Una transmisión CVT será la única opción, abandonando las transmisiones tradicionales. Toyota nos dice que sus motores eléctricos trabajan con mayor suavidad a bajas revoluciones y la opción de tracción en las cuatro ruedas está disponible en todas las cuatro versiones del nuevo Camry, para que pretenda que este sedán es un auto de rally bajo la lluvia.
Imagen más aplomada
En materia de diseño el Camry tiene dos puntos clave. El primero es el adiós de ese diseño más agresivo y angular de su anterior encarnación, en favor de una imagen más sobria y aplomada. Ello cortesía del segundo punto y es la “cara corporativa” de Toyota que ya conocimos en el Prius y Crown. Una línea sobre la parrilla conecta dos faros frontales en forma de C, que adornan un frente afilado y con una gran parrilla con patrones en panal de abeja.
Su silueta es menos angular, con líneas un poco más suaves, un techo flotante en color negro (para las versiones SE y XSE) y un sutil spoiler trasero. Una línea recorre toda la cintura del Camry, culminando en la parte trasera sobre los faros, también en forma de C. Todo es nuevo, pero con una silueta que es indiscutiblemente reconocible como la de un Camry. Increíble considerando la cantidad de sedanes en el mercado, como el Honda Accord o Kia K5.
Tecnología para estar al día
Como la versión TRD más deportiva desaparecerá, Toyota tenía que hacer algo para darle ese toque juvenil al Camry 2025. Por eso dividió en dos el espíritu del Camry, uno más deportivo para las versiones SE y XSE que poseen una suspensión más firme, rines más llamativos, apliques negros en la carrocería y hasta un difusor y escape doble para el XSE.
Por el lado de los modelos LE y XLE encontramos un Camry más enfocado al confort, con suspensión más agradable, mayor insonorización, asientos en cuero, volante calefactado e iluminación ambiente en la cabina. En el interior dos pantallas ocupan el entretenimiento y clúster, y pueden ser de 8 o 12.3”, este último para los Camry XLE y XSE.
Refinamientos menores incluyen un tablero rediseñado, controles físicos bajo la pantalla, una cabina espaciosa y todo el confort que exige el mercado estadounidense. Si nos lo pregunta faltó una configuración híbrida enchufable como la que usa la RAV4, pero sospechamos que llegará en otro momento como la alternativa “deportiva” del Camry con más de 300 hp.
En un mundo donde todo es crossovers y Toyota lo sabe muy bien, la marca japonesa apuesta con confianza a su último gran sedán en occidente. No es el lujoso Crown ni el Century, pero el Camry tiene lo suyo para seguir siendo el favorito de Estados Unidos por al menos otra década.