Willow-Springs-circuito
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Apreciados lectores, les propongo un sueño: si todos contribuimos con algunos pesos, reales, dólares o euros, entre todos podríamos comprar una pista de carreras con tremenda historia. Willow Springs, ese longevo circuito ubicado en California está a la venta, hogar de incontables carreras, pruebas de manejo e incluso aventuras en el mundo de los videojuegos.

El problema es que, como toda propiedad en venta, lo que está allí podría ser demolido para dar paso a algo completamente distinto. Improbable, pero puede ocurrir. No que la familia Huth, poseedores del circuito Willow Springs durante seis décadas, quieran ese futuro, ya que el anuncio explícitamente motiva a los nuevos dueños a continuar con la operación de toda la pista y todo lo que acarrea.

Una joya en el desierto californiano

Si vio Ford v Ferrari, jugó Gran Turismo o Need for Speed Pro Street y tal vez se interesa en los videos de Jason Cammisa, entonces sabrá qué es Willow Springs. En esencia un oasis automotriz ubicado en una zona árida a unos 130 km de Los Ángeles, la pista nació con la intención de replicar el óvalo de Indianápolis.

No obstante, terminó mutando en un circuito veloz y técnico; incluso Ken Miles contribuyó a su diseño. El circuito abrió en 1953 y fue hogar de numerosas competencias de SCCA, Can AM, NASCAR, entre otras. Sin embargo, Willow Springs brilló como un escenario para grabar todo tipo de producciones para cine y TV, competencias de pilotos amateur o pista de pruebas para medios automotrices o equipos de F1 o Indycar.

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La vista de la curva sweeper hacia la última curva, conduciendo a la recta principal que es lugar de muchas carreras de 1/4 de milla.

Bill Huth compró todo el circuito en 1962, expandiendo las instalaciones con varios circuitos más pequeños, como un óvalo, una pista corta apodada “horse thief mile”, un skid pad para pruebas o derrapes y un circuito para karts. Huth falleció en 2015, pero su familia decidió seguir a cargo del circuito, hasta hoy.

Un templo del automovilismo que no debe desaparecer

Willow Springs es un trabajo de tiempo completo, como sugiere el anuncio. Es para alguien que desee preservar su legado, mantener las instalaciones y sus trabajadores, cuidar de la superficie de la pista y prestarla para todo tipo de eventos.

Incluso el anuncio da algunas ideas para concebir un “paraíso automotriz”, construyendo hogares para millonarios que deseen usar Willow Springs como un paraíso privado.

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Así que vuelvo a mi propuesta original y en vez de dar nuestro dinero a políticos o causas banales, todos juntemos unos pesos para hacer la compra más descabellada. Imagine ser dueño de un circuito, trabajar en él todos los días, eso sí tendríamos que ajustar la logística de toda esta empresa, pero es posible.

Pase lo que pase, Willow Springs es un templo de la velocidad que esperamos conocer algún día. Ojalá quien lo compre no arruine la atmósfera y espíritu de esta pista, preservando el legado del primer circuito que deslumbra nuestros ojos al ver Ford vs Ferrari.

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Le confieso algo: este era mi circuito favorito en NFS Pro Street, junto a Texas World. Uno de ellos desapareció, espero que el otro siga por muchos años.
Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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