En una carrera de infarto, Max Verstappen dejó en claro que este es su año y ganó el GP de Emilia Romagna. El campeón del mundo Lewis Hamilton tuvo que luchar con uñas y dientes para lograr el segundo puesto. La sorpresa agradable del día fue el gran rendimiento de Lando Norris, pues con tenacidad, y un poco de ayuda de su equipo, pudo asegurar su lugar en el podio con un tercer lugar y el nombramiento como piloto del día. Tristemente, Sergio Pérez no pudo tener el rendimiento que esperaba y cayó 10 puestos al final.
Vueltas anchas, como diría el maestro Senna
El circuito de Imola no es fácil, y menos cuando está lloviendo. Sin embargo, este es el escenario perfecto para Max Verstappen y sí que pudo sacarle provecho. El piloto de Red Bull largó tercero, pero se apoderó del primer puesto en la segunda curva del GP Emilia Romagna. Con una arrancada ejemplar, el holandés demostró su talento sobre el piso mojado y cuando alcanzó a Hamilton, lo encerró en la curva Tamburello y lo obligó a salir de pista.
A partir de ahí, él se apoderó del primer puesto y no hubo forma de moverlo con maniobras de carrera. Verstappen solo perdió su liderato cuando entraron a cambiar neumáticos en la vuelta 28, pero eso no duró. La victoria del holandés se selló cuando Hamilton cometió un error en la vuelta 31 y se salió de la pista cuando intentaba adelantar a un rezagado. Ese error le costó una caída hasta el puesto noveno y a partir de ahí tuvo que pelear hasta volver a subir al segundo puesto. En ese momento no pudo avanzar más, pues Verstappen ganó el GP de Emilia Romagna con más de 20 segundos de ventaja.
La caída de Pérez
Mientras el primer Red Bull se lucía en la punta, al segundo piloto no le iba tan bien. Sergio Pérez tuvo un desempeño impresionante en las clasificaciones del sábado, pero esa suerte lo abandonó el domingo. Antes de empezar la carrera, el piloto mexicano tuvo problemas con el volante. En la largada no pudo mantener el paso de los punteros y cayó al cuarto puesto antes de acabar la primera vuelta.
Después de eso, el mexicano se salió de la pista durante una bandera amarilla y perdió 2 puestos, luego los recuperó y cometió el error de no devolverlos. Este error le valió una penalización de 10 segundos en boxes. Para rematar, en la vuelta 38 tuvo otro despiste y cayó al puesto 14. Al final quedó en el puesto 12 y con un mal sabor de boca por un rendimiento que dejó mucho que desear en el GP de Emilia Romagna.
La decisión de McLaren
Los pilotos de McLaren se portaron bien a pesar de lo caótico de la carrera. Daniel Ricciardo y Lando Norris iniciaron sexto y séptimo respectivamente. Este par de pilotos arrancaron bien, pero Norris tenía hambre de podio. En la vuelta 17 le dieron la instrucción a Ricciardo de que cambiara lugares con su compañero para ver qué se podía lograr. El piloto australiano obedeció, pero no estaba contento.
La decisión fue impopular pero efectiva. A partir de eso, Norris comenzó a subir puestos y cuando Hamilton se despistó pudo ascender al segundo puesto en la vuelta 35. Ahí se quedó hasta la vuelta 60, cuando cayó ante Hamilton, pero al menos le dio una buena pelea por el puesto. A Ricciardo no le fue tan bien, pues Sainz lo rebasó en la vuelta 27, aunque pudo mantener el sexto puesto la mayor parte de la carrera.
Los que no brillaron
La gran víctima del GP de Emilia Romagna fue Valtteri Bottas. Inició la carrera en el octavo puesto y no tuvo un buen arranque. Pero su punto más bajo fue cuando se accidentó con George Russell cuando el Williams intentaba adelantarlo. Ambos protagonizaron un fuerte accidente que causó una bandera roja en la vuelta 32 y quedaron fuera de carrera. El otro Williams conducido por Nicholas Latifi no llegó a dar una vuelta entera, pues se accidentó en la primera vuelta. Aun así, esta carrera es la prueba de que esta temporada es lo que esperábamos que fuera, peleas a todo lo largo de la parrilla y el fin de la hegemonía de Mercedes-AMG.