Después del fiasco que fue la unión entre Red Bull y Porsche, que terminó tan bien como el matrimonio entre Shakira y Piqué (como comentó un buen colega de FUEL), uno pensaría que la gente de Stuttgart ya no quiere saber nada de Fórmula 1. Pero tal parece que la marca sigue muy interesada y tal vez “mueva cielo y tierra” para ser parte del Gran Circo, según un reporte que emitió la FIA recientemente.
Verá, la historia de Porsche en Fórmula 1 es “complicada”. A finales de los años cincuenta e inicios de los sesenta la marca ingresó como constructor. Y aunque cosechó un triunfo, el tema estuvo marcado por tragedias como la de Jean Behra. En la era turbo de los ochenta tuvieron éxito con McLaren, aunque usaron el nombre TAG para sus motores, y en los noventa intentaron apoyar a Footwoork Arrows, pero ello fue un fracaso.
Aún en el juego
Con esa historia a cuestas es que luego de la ruptura entre Red Bull y Porsche, la idea de que la casa alemana llegara a Fórmula 1 en 2026 sonaba poco probable. Formar un nuevo equipo no es cosa fácil ni garantiza victorias (si no pregúntele a Renault/Alpine). Y tomar un equipo establecido de media tabla como Haas o Williams tampoco es “negocio”.
Aquí es donde viene lo interesante, porque luego del anuncio de Audi y su entrada a F1, la FIA emitió una curiosa comunicación interna. En ella decía que “Porsche sigue en discusiones con otros equipos de F1”, confirmando que Stuttgart no da el brazo a torcer para su llegada triunfal al Gran Circo. El problema es, como ya expuse, la manera en la cual lo hará.
Las posibilidades para Porsche
Andretti es un equipo que hace rato quiere entrar a la categoría, y podría forjar una alianza con Porsche. Aunque ello implicaría que Porsche se encargue de diseñar y construir el chasis y no solo el motor. Ruta que también deberá seguir si entra como marca independiente, tal y como Mercedes-AMG o Ferrari. Williams podría ser una alternativa con historia e instalaciones listas para desarrollar monoplazas, pero su estatus al fondo de la tabla representa un riesgo.
Al querer controlar el 50% de Red Bull, la marca quería en efecto manejar a su antojo y manera todos los aspectos de su nuevo “equipo de carreras”. Y fue ello lo que canceló el trato entre ambas partes, así que quien desee forjar una alianza con Porsche deberá atenerse a esa consecuencia. Por ahora, la novela de Porsche en Fórmula 1 sigue, y sólo el tiempo dirá cómo se las ingenian en Alemania para llevar el escudo de armas de Stuttgart a la máxima categoría.
