La antepenúltima carrera de la temporada 2020 dejó a muchos con el Cristo en la boca, como dirían mis abuelos. Tras dos aparatosos accidentes, el Gran Premio de Baréin acabó con un podio encabezado por Lewis Hamilton, seguido por Max Verstappen y Alexander Albon. Los que no la pasaron tan bien fueron los dos pilotos de Racing Point y Valtteri Bottas, pues la suerte pareció abandonarlos esta noche.
Una carrera que sacó chispas
El inicio del Gran Premio de Baréin fue bastante complicado para los pilotos que iniciaron por el lado sucio de la pista. Mientras que Lewis Hamilton, Max Verstappen y Sergio Pérez tuvieron un arranque excepcional, Valtteri Bottas sufrió mucho para mantener el paso y antes de la primera curva cayó hasta el sexto puesto. 3 curvas después, Romain Grosjean sufrió un terrible accidente que dejó su monoplaza despedazado y carbonizado, causando una bandera roja que duró una hora y veinte minutos mientras reemplazaban la barrera afectada.
La carrera se relanzó después de este incidente que afortunadamente no pasó a mayores, pero no tomó mucho tiempo antes que sucediera otro accidente. Apenas segundos después de la bandera verde, los vehículos de Daniil Kvyat y Lance Stroll chocaron, dejando al piloto canadiense volcado sobre la pista. El incidente se dio mientras Stroll intentaba adelantar por fuera, pero se fue demasiado encima de Kvyat y tocó su neumático, provocando un rebote que lo dejó llantas arriba. Esto dejó a Racing Point con un auto menos y al piloto de Alpha Tauri con una penalización de 10 segundos.
Cuando el humo se asentó
Después de eso, el Gran Premio de Baréin pudo continuar con relativa normalidad. En la punta Hamilton y Verstappen corrían como siempre. Mientras tanto, en la mitad inferior, los pilotos de McLaren iban sobre los de Renault. En la vuelta 20, Carlos Sainz comenzó con los adelantamientos sobre los autos franceses y poco después ya estaban adelante. Esteban Ocon y Daniel Ricciardo no pudieron mantener el paso y tampoco pudieron superar a Pierre Gasly antes de acabar la carrera.
Una mala noche para algunos
Esta noche tampoco hubo suerte para Valtteri Bottas. Además de tener un mal arranque, el finlandés tuvo un pinchazo después del accidente de Stroll y tuvo que parar antes de lo planeado para cambiar llantas. Esto causó que cayera hasta el puesto 15. Pudo subir varios puestos, pero tuvo que parar de nuevo en la vuelta 39 y bajó hasta el puesto 11. A pesar de manejar el mismo Mercedes que Hamilton, no pudo contener el ataque de Lando Norris y al final terminó octavo, entre Daniel Ricciardo y Esteban Ocon.
Otro que tuvo una mala noche fue Sebastian Vettel pues tuvo que luchar para controlar su auto y terminó 13, rezagado por una vuelta. A Charles Leclerc tampoco le fue muy bien pues, aunque sumó puntos, también terminó una vuelta por detrás y pasó desapercibido en el Gran Premio de Bahréin. El menos afortunado, sin duda, fue Sergio Pérez quien estaba haciendo una buena carrera e iba tercero hasta la vuelta 55, cuando el motor de su monoplaza se incendió; dejándolo él y a su equipo fuera de carrera. Y, como apunte final, este gran premio dejó claro que, por más feo que sea el halo, es la mayor innovación en seguridad de esta época. Gracias a este elemento y la excelente respuesta del equipo de seguridad es que hoy no estamos llorando una tragedia.