Luego del Corvette más poderoso de la historia, parece que los diseñadores de Chevrolet quieren más, mucho más. Lo que aquí tiene es un bosquejo para una ocasión especial, una idea de cómo podría ser el futuro del Chevrolet Corvette, imaginado por el nuevo centro de diseño y desarrollo del Corbatín ubicado en Inglaterra.
Para ser más precisos, este es un concepto digital que predice un futuro eléctrico para el Chevrolet Corvette. Quizá no sea el C9, pero la idea eterna de moldear al Corvette como un hiperauto sigue presente, sea con Zora Arkus-Duntov o cualquier otro hombre, porque lo que aquí aparece es el Corvette más radical que pueda imaginar, tomado directo de un universo unos 20 o 30 años en el futuro.
El Vette europeo
¿A qué se debe la ocasión? Chevrolet decidió vender el Corvette otra vez en el Reino Unido, muy a pesar del momento incierto de la economía y los aranceles por parte y parte. Además de ello, la marca inauguró un centro de diseño en Birmimgham, motivo por el cual Chevrolet encargó a ese nuevo equipo la tarea de imaginar el futuro del Corvette.
Julian Thomson fue el líder del equipo responsable por este ejercicio digital. Nombre que le resultará familiar a algunos, porque este hombre es responsable del diseño del Lotus Elise y de muchos Jaguar, antes de que la casa británica diera ese giro de 180° en tiempos recientes.
Y no es el primero, Chevrolet nos dice que lanzarán otros dos conceptos basados en el Corvette este año, sugiriendo el posible futuro de este deportivo.
Futurismo para inspirar nuevas generaciones del Corvette
La casa inglesa de diseño dio tienda suelta a su imaginación con este Vette futurista. Que quede claro que es eléctrico, con baterías integradas a su carrocería pegada al suelo. Casi parece un prototipo listo para Le Mans o una interpretación actual del concepto CERV III, con cierto aire a Hot Wheels.
Su silueta alargada recuerda al McLaren Speedtail, con un frente que contiene dos ductos que generan efecto suelo y una cabina en forma de lágrima. Note las puertas alas de gaviota, las tomas de aire a los costados y la ventana dividida, referencia al Corvette C2 de 1963. Su carrocería estaría compuesta por elementos impresos en 3D para reducir el peso y el motor eléctrico se ubicaría en la parte trasera.
Por el lado de la cabina, se aprecia un volante rectangular futurista y dos butacas tipo cubo. Chevrolet deja claro que no producirá un Corvette así, pero que sí servirá de influencia para futuras encarnaciones de este deportivo. Mismo propósito que servirían esos dos conceptos más de Corvette que emergerán este año.
Finalmente están dos imágenes de un concepto con la insignia GMC, que muestran luces con tres líneas horizontales y que debutaría muy pronto, según General Motors.
