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Todavía no ha pasado la emoción por su revelación y el nuevo Chevrolet Corvette C8 ya está causando controversia. El cambio en el diseño necesario para poner el motor en la mitad ha despertado críticas alrededor del mundo: algunos dicen que se parece demasiado al Ferrari 360 Modena, otros que ha perdido su esencia, que un Corvette debe necesariamente tener el motor adelante.

En realidad, Chevrolet ha querido fabricar un Corvette con motor en la mitad por casi sesenta años, así que en Fuel queremos recorrer la historia de los prototipos de General Motors para poder apreciar mejor lo que ha logrado Chevrolet con el C8.

Lo que Zora quería

El ADN del C8 puede trazarse hasta 1959 y el primer prototipo CERV (Chevrolet Engineering Research Vehicle) creado por Zora Arkus-Duntov, el padre del Corvette. Diseñado como una plataforma experimental para desarrollar el chasis del Corvette C2, el CERV I pesaba apenas 726 kilos y estaba equipado con un V8 de 350HP ubicado detrás del conductor.

Al CERV I lo siguió el CERV II y Zora se extrovertió aún más: V8 de 500 HP en el medio, tracción 4×4 y aspiraciones de vencer al Ford GT40. Pese a demostrar que podía alcanzar más de 320 km/h en pruebas, la gerencia de GM decidió abandonar el proyecto y Zora usó el CERV II para desarrollar el motor 427 ZL1 que luego convertiría al Corvette C3 en una leyenda.

¿$400,000 por un Corvette?

Después, Chevrolet presentó el Aerovette XP-882 en 1970, nuevamente con el motor en la mitad, pero esto coincidió con la crisis del petróleo y los ambiciosos planes que incluían un motor Wankel de 420 HP pararon ahí. El chasís del Aerovette resucitó con el XP-895 Reynolds, un prototipo ultraliviano hecho en aluminio, pero los costos se dispararon y llevarlo a producción habría sido un suicidio. Sí, la misma Reynolds del papel aluminio y sí, el motor iba en la mitad.

1970 Chevrolet Aerovette XP-882

En los 80s, la idea de un Corvette con motor en el medio seguía vivita y coleando. El Corvette Indy llegó en 1986 con un motor V8 2650 cc doble turbo de 600 HP sacado de un carro de carreras, un chasis en fibra de carbono y kevlar, niveles casi extraterrestres de tecnología y una promesa: así será el Corvette C5. Pero el Indy necesitaba muchos cambios para llegar a la producción, así que evolucionó para convertirse en el CERV III de 1990.

Corvette Indy Concept

El motor de 650 HP era ahora derivado del ZR1 de serie y, aunque todavía incluía cosas como puertas de tijera y una pantalla de TV, fue considerado brevemente para ser el próximo C5. Como ya sabemos, esto no se cumplió. ¿La causa? Cada unidad habría costado casi $400,000 en una época que el Corvette básico costaba alrededor de $30,000.

CERV III

Por fin: el Corvette C8

Con el éxito de los Corvette C5 y C6, Chevrolet le puso pausa a la idea del motor en la mitad por un rato y la crisis económica del 2008 no ayudó para nada. Con el C7, como dijo ayer Mark Reuss, se llegó al limite de lo que una plataforma con motor delantero puede lograr. Por fin, el camino estaba listo y la tecnología disponible para dar el gran paso.

2020 Chevrolet Corvette Stingray

Visto así, lo cierto es que estamos viendo el final de un proceso histórico que siempre iba dirigido a esto: desde los primeros pasos de Zora, pasando por el Aerovette y el CERVIII, la meta siempre había sido ofrecer un Corvette con motor en la mitad, pero manteniendo el precio asequible que siempre lo ha caracterizado.

Alejandro Ramirez Pulido
Redactor Web de la revista Fuel, corredor amateur y bicho raro de tiempo completo.

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