Este es uno de esos autos que seguramente dividirá opiniones. El Škoda Favorit revive en forma de fichas, digo concepto, mostrando lo que podría ocurrir si la marca checa decide revivir al modelo que los salvó luego de la caída de la Unión Soviética y la intervención de Volkswagen. Además de ser uno de sus modelos más vendidos y populares.
Antes que saque las antorchas, este es simplemente un ejercicio en diseño. El Škoda Favorit como concepto vive sólo en la era digital, en renders e imágenes, así que no tiene que preocuparse porque sea enteramente real. Eso no quiere decir que Škoda se abstenga de llevarlo a producción, sólo que no va a ser controversial, por ahora.

La verdad es que es más una reinterpretación inspirada en el original, como una segunda generación que evoluciona tomando elementos del original, revelado por allá en 1987.
Electrificado, pero de forma ficticia
Sé lo que está pensando y la primera palabra que viene asociada con estas “reinvenciones” es eléctrico. Este renacer del Škoda Favorit no sería la excepción, porque los mismos diseñadores así lo confirman. Sin embargo, sabemos que la firma checa trabaja aún en motores a combustión y parece que su adopción eléctrica será parcial, así que la idea de un nuevo Favorit tiene una chance del 50/50 de ser electrificado o con un motor convencional.

De nuevo, es un ejercicio de los diseñadores de la marca, un reto para que demuestren cómo llevarían un auto de hace 40 años al presente. No es un restomod, tampoco un diseño enteramente neo-retro, sino que, similar a Hyundai y su Ioniq 5, el nuevo Favorit rescata elementos y formas del original, a la vez que forja su propia identidad.
Reinterpretación futurista
Del original, recordado por su simpleza y trazos angulares, los diseñadores rescatan algunos elementos. Como la silueta hatchback con una caída de techo notable, el frente en forma de cuña cortesía de Bertone (diseñador del original) y los faros frontales en forma de trapecio. Eso sí, evolucionan en líneas LED más modernas, sobre rejillas de aire simples integradas a la carrocería.

Otras libertades creativas suman un spoiler trasero con dos ranuras que se originan en el techo, puertas sin parales y luces traseras más minimalistas, con la palabra ŠKODA iluminada. ¿Somos nosotros o tiene cierto aire a crossover? Aunque la marca ya tiene al Kylaq, esto podría ser un sucesor del Fabia, pero con tintes de SUV.
Al final del día, es sólo un render y quizá las proporciones no dan. Es un buen tributo a un auto que ya va a cumplir cuatro décadas y que podría regresar al portafolio de Škoda. Podría ser un modelo de entrada acompañando a los Volkswagen ID.1 e ID.2, con motor 100% eléctrico o algún tipo de híbrido. Por ahora, Škoda no revela planes en torno a este diseño, sólo existe y por ahora es un tributo nada más, con eso basta.
