Si usted es de esos que cree que todos los sueños se hacen realidad, lamento decirle que no siempre es así. No importa cuantas ganas y recursos tenga para lograrlo. Si no me cree, solo vea al Petronas FP1, un proyecto para entrar a las carreras de motociclismo que no prosperó, sin importar cuanto lo intentaron y cuánto dinero le inyectaron.
Pero veamos esta historia desde el principio. Petronas, ese gigantesco conglomerado petrolero malayo, siempre tuvo ganas de entrar en las máximas categorías, ya fuera de la F1 o del MotoGP. A principios de los años 2000 empezó un proyecto ambicioso para crear un prototipo de motocicleta para la categoría máxima de MotoGP. Aprovecharon que cambiaba la normativa y los motores debían pasar de los 2 a los 4 tiempos, lo que abrió la puerta para que nuevos fabricantes pudieran ingresar.
El «superequipo»
Petronas no quería arriesgarse, así que entró con un equipo experto que ya conocía: Sauber. Sí, el Sauber de la F1 que por ese entonces estaba patrocinado por Petronas; ellos entraron como el equipo técnico que desarrollaría la motocicleta. Este grupo desarrolló un motor tricilíndrico invertido de 989 C.C. Este tipo de motores nunca se había visto en la categoría y como era medio motor de F1, corría como el demonio. Esto es en un sentido casi literal, porque la moto era conocida por sacar grandes llamaradas del tubo de escape ubicado justo bajo el asiento y el colín.
El piloto de pruebas Niall Mackenzie dijo que el motor gestionaba muy bien la potencia y que podría ser una moto competente. De la nada, todo ese trabajo se detuvo. Un rumor decía que Sauber le estaba saliendo muy costoso a Petronas, otro que en realidad la moto no sería rival para los fabricantes de toda la vida como Ducati o Triumph. Sea cual sea el motivo, Petronas resolvió el tema migrando a la categoría hermana, el WorldSBK.
El descenso en picada
Con este cambio de dirección, a Sauber no le interesaba continuar con el proyecto de la Petronas FP1, así que lo abandonó. La razón es que para competir en esa categoría había que homologar al menos 150 unidades para la calle y a los suizos no les gustaba trabajar con vehículos de producción. Además, habría que hacer muchas modificaciones para ajustarse a la categoría, como reducir el cilindraje y ajustar el peso.
Los malayos ya iban tarde para cambiar de planes, así que le dieron el proyecto a Carl Fogarty, un veterano de la categoría. Con el fundaron Foggy Petronas Racing y así nació la Foggy Petronas FP1. Cuando habían terminado las adaptaciones, llegó el año 2003, con nuevas reglas para el SBK, las cuales hacían que la FP1 fuera una decepción. Foggy redujo el cilindraje a 890 C.C. justo antes de que autorizaran el aumento a 1000 C.C. en el reglamento. Esa temporada fue un desastre para olvidar y después de eso simplemente se rindieron con la FP1.
Donde la historia se vuelve borrosa
Para colmo de males, las unidades que debían homologar para la calle se perdieron. Algunos registros indican que se fabricaron 75 unidades en Inglaterra y el restante en Malasia, otros registros muestran cifras diferentes. Hace años se encontraron 60 unidades en un galpón en el estado de Essex. Se suponía que Petronas había recomprado todas las motos, pero algunas de ellas se perdieron de camino a Malasia y de vez en cuando aparecen unidades a la venta. También se dice que las unidades malayas las incautó la policía por un conflicto con otra empresa llamada Momoto.
El resultado de toda esta escaramuza es que de vez en cuando se pueden encontrar unidades de la Foggy Petronas FP1 matriculables, pero con historiales vacíos. Inclusive hay un distribuidor inglés que tiene motos completamente nuevas en stock y afirman que no son las unidades perdidas, pero no se puede investigar mucho más. Desde entonces Petronas cambió de equipo técnico y sigue patrocinando equipos de motociclismo. Eso sí, fingen que el periodo entre el 2000 y el 2003 nunca pasó.