En una jugada que refleja la cruda realidad del balance y la cadena de suministro de la industria automotriz, Ford tomó una decisión drástica: la producción de la pickup eléctrica Lightning se detendrá indefinidamente para impulsar la línea F Series a combustión. El motivo responde a una estrategia obligada para mitigar el impacto financiero de hasta mil millones de dólares provocado por un reciente incendio en la planta de su crucial proveedor de aluminio, Novelis.
Para compensar las pérdidas y satisfacer la implacable demanda de sus camiones tradicionales, Ford ha decidido duplicar su enfoque en los modelos que más renta les generan, los F-150 y F-Series Super Duty, con motores a gasolina e híbridos. Dicho esto, El mensaje desde la cúpula de Ford es contundente, puesto que según sus cifras, los camiones de combustión son «más rentables para Ford y usan menos aluminio«.
El plan de recuperación: tercer turno y 50.000 vehículos extra

Asimismo, la marca del óvalo azul, para recuperar la producción perdida en 2025, ha puesto en marcha un ambicioso plan para el año siguiente. Una de sus primeras acciones será la adición de un tercer turno de trabajo en la planta de Dearborn, lo que se traduciría en más de 45,000 F-150 adicionales.
Además, inyectarán $60 millones de dólares en la planta de Kentucky para acelerar la línea de ensamblaje, sumando más de 5,000 unidades extra de las F-Series Super Duty. En total, Ford busca aumentar su producción en más de 50,000 pickups y, en un movimiento poco común en la industria, creará cerca de 1,000 nuevos puestos de trabajo para lograr esta hazaña.
Reubicación y prioridades claras

Sin embargo, la pausa en la producción del F-150 Lightning tendrá consecuencias directas en el personal, puesto que los empleados por hora del Centro de Vehículos Eléctricos Rouge de Ford serán transferidos a la planta de Dearborn para integrarse en el nuevo tercer turno para impulsar la fabricación de los F Series a combustión.
Aunque el segmento eléctrico sigue siendo una apuesta de futuro, la crisis de suministro y la rentabilidad han forzado a Ford a atrincherarse detrás de su gallina de los huevos de oro. La compañía ha demostrado que, cuando el aluminio es escaso y hay que elegir, la rentabilidad del motor de gasolina tiene la prioridad absoluta para mantener la solidez financiera.
Como bien dijo el COO de la marca, Kumar Galhotra, «La gente que mantiene a Estados Unidos funcionando depende del vehículo más popular de América, los camiones F-Series, y estamos movilizando a nuestro equipo para satisfacer esa demanda«.




































