Como los tifosi cada vez que Ferrari es medianamente competente, es hora de ilusionarnos de forma desproporcionada. La gente de Nissan escuchó que Toyota quiere revivir al Celica, así que la acción lógica y natural es responder con un rival, en forma del Silvia. Sí, ese mismo Silvia que tan legendario es en el mundo del drift, tuning e incluso el automovilismo.
No es la primera vez que alguien en Nissan hace eco respecto a la necesidad de un cupé deportivo en su portafolio. Y sí, el Nissan Z existe, pero existe un peldaño por debajo de aquel deportivo que podría ocupar otro modelo, más asequible, divertido y juvenil, como el Silvia. Al menos esa podría ser la lógica que presenta Iván Espinosa, vicepresidente de mercadeo de Nissan, quien está determinado a revivir esa nomenclatura.
¿El deportivo que necesita Nissan?
¿Cómo lo sabemos? Espinosa se sentó a conversar con nuestros colegas en Top Gear, acerca de diversos temas. Como el Ariya NISMO, sus futuros modelos electrificados y con motor convencional, al igual que la próxima evolución del GT-R.
Uno de los detalles que más reluce en toda la entrevista gira en torno a un “deportivo asequible para entusiastas” Top Gear le pregunta a Espinosa si es algo que Nissan quiere hacer o tiene planes al respecto. Y lo que sigue es sólo combustible para hacernos soñar.
Ilusión con S de Silvia
Aquí Espinosa da rienda suelta a su imaginación, imaginando un Silvia ubicado por debajo del GT-R (como los viejos tiempos), con suficiente poder y a un precio razonable. Tendría que ser atractivo para los clientes de la marca, caer en un nicho específico y aprovechar la importancia del nombre.
“Es un sueño”, dice Espinosa como si fuera uno de nosotros. Y el hombre acepta el reto, señalando que será “difícil, pero con la idea indicada y la presentación correcta, la junta de directivos puede ver potencial en un auto así”. Aquí Espinosa señala que tendría que ser un proyecto global, sólo para una región sería un error. “Si encontramos la fórmula perfecta, creo que (Nissan) podría hacerlo funcionar”.
En síntesis, Espinosa le encantaría ser el hombre que reviva al Silvia, bajo las condiciones perfectas. Un alcance global significa unificar las insignias 180, 200 y 240 SX con Silvia. La fórmula perfecta implica atraer al público indicado y ubicar al “Silvia S16” por debajo de, por ejemplo, un GT-R eléctrico matagigantes con poder de exótico y un Nissan Z intermedio.
Cuidado con lo que desea
Sin embargo, existe la posibilidad que la única manera que Nissan reviva el nombre Silvia sea como algo que no sea fiel al original. En el peor de los casos renace como un crossover deportivo o como un cupé 100% eléctrico que divida opiniones.
Muchos amarían la idea de un Silvia con motor a combustión, con carrocería cupé, tracción trasera y un precio realista, pero tenemos que aterrizar. Existe una chance en mil que ocurra, pero puede suceder. El dilema es convencer a Nissan que eso es lo que desea el mundo y luego justificar su desarrollo. Porque, al final del día, los autos deportivos no son los más rentables para una marca global como Nissan, si no me cree pregúntele a Toyota.
Al final todo esto nos da algo que, decía Jesús Martín Barbero, nos mantiene adelante como raza humana y es la esperanza. Fe de que Nissan cree un Silvia como merecen los entusiastas, esos que crecieron con Gran Turismo. Fe de que los motores a combustión o hidrógeno sigan, como sugiere Espinosa. Al menos hay una oportunidad que ocurra, pequeña sí, pero peor es nada.