C’est fini. Parece que hubiese sucedido hace una eternidad, pero en 2018 Bugatti reveló el Divo, una versión de pista ultra exclusiva del igualmente exótico Chiron. Sólo se fabricarían 40 Divos, y Bugatti tomó todas las precauciones para ofrecerlos solamente a quienes ellos determinaran dignos de tanta exclusividad. En esa ocasión, las reservas y compras para el Divo se agotaron en un día, luego de su anuncio en el Concours d’Elegance que se celebra en Pebble Beach. Tres años después, el último Divo rodó de la producción de Bugatti en Molsheim, Francia, con su rumbo fijo hacia su feliz dueño ubicado en algún lugar de Europa.
Dicen que las mejores cosas se hacen esperar, y ciertamente este individuo tuvo que esperar el mayor tiempo por su propio Divo. Una paciencia de hierro tiene este caballero, aunque cuando se gasta más de 5 millones de euros en un auto prácticamente único, la paciencia es casi que una virtud. Aunque cierta pandemia mundial no ayudó a acelerar las cosas, y apenas hace un año la marca comenzó las entregas del Divo a sus dueños.
Con los colores del último Bugatti en Le Mans
El último Bugatti Divo es ciertamente atractivo, pero en comparación con algunos de sus hermanos de linaje, este Divo final es, casi que normal. La marca asegura que ningún Divo es igual al otro, y cada dueño se reunió con Bugatti para personalizar a su gusto el auto que acaba de ordenar. Muchos de ellos optaron por ideas únicas y complicadas, como el Divo Ladybug, que tomó dos años en ser completado. Y como Bugatti emplea trabajo artesanal y manual para casi toda la construcción de un vehículo, era evidente que se demorarían más de lo esperado. Imagino que la marca usa el mantra de “el arte no se puede apresurar”.
Este Divo ostenta el clásico tono azul de Bugatti, conocido como EB 110 Blue LM, en honor al último auto de carreras de la marca, que compitió en Le Mans en los años 90. Como color secundario y asumiendo una tonalidad más oscura, el último Bugatti Divo utiliza Carbon Blue para acentuar sutilmente al lado del azul más claro que representa a Francia y a Bugatti. La pincelada final la marcan los rines dorados de este Divo, que acompañan adecuadamente el tono del auto.
Por todo lo demás, este es un Divo “normal”, aún con el motor W16 de 1500 caballos de potencia latiendo detrás de la cabina. El derroche de lujo (en color azul) que usted se puede imaginar adorna la cabina de este último Divo; que al final del día sirvió para que Bugatti retomara la experiencia conjunta con el cliente de crear un auto de forma artesanal. Con Bugatti ahora parte de Rimac, lo más seguro es que la próxima experiencia exclusiva de ordenar y diseñar un hypercar sea un poco distinta… y con más electricidad.