Porsche ha dado una de las noticias más gratificantes para los puristas del automovilismo. A pesar de su promesa inicial de que el Porsche 718 se convertiría en un modelo completamente eléctrico, la marca ha reconsiderado su estrategia y ha confirmado que la próxima generación del Boxster y el Cayman seguirán ofreciendo motores a gasolina.
Así lo mencionaron en uno de sus comunicados para inversores, donde este cambio de rumbo responde a un mercado que aún valora la experiencia de un motor de gasolina, y aunque la versión eléctrica sigue en desarrollo, la decisión de mantener el corazón a combustión se da también para protegerse de los inciertos panoramas futuros de la electrificación y su demanda.
Los modelos a combustión serán los más caros

La nueva estrategia de Porsche tiene una particularidad: solo las versiones tope de gama del 718 Boxster y el Cayman (que se despiden de producción este año) conservarán los motores a gasolina. Esto podría significar que las variantes con distintivo RS o similares serán las únicas en ofrecer esta motorización, invirtiendo la lógica del mercado donde los eléctricos suelen ser los más caros.
Aunque no serán híbridos, estos modelos de combustión mantendrán la experiencia de manejo pura que ha caracterizado a la marca. Sin embargo, habrá una brecha entre la producción actual y la llegada de la nueva generación con motor de gasolina, que se espera para finales de la década.
La electrificación cautelosa de Porsche

Por su lado, el cambio en la estrategia de electrificación de Porsche no se limita solo al 718. La marca también ha confirmado que otros modelos clave seguirán ofreciendo opciones de gasolina e híbridas enchufables, como el futuro crossover que reemplazará al primer Macan en 2028 y el SUV «Prestige» de tres filas de asientos. En el caso de este último, las versiones de combustión incluso llegarán primero.
Finalmente, la icónica familia 911 no se volverá completamente eléctrica esta década y mantendrá su corazón a combustión intacto. La única excepción a esta estrategia parece ser el Taycan, que se mantendrá como el estandarte eléctrico de la marca, mientras que otros modelos de combustión como el Cayenne y el Panamera continuarán en el mercado hasta bien entrados los años 2030.