Q by Aston Martin, la división encargada de personalizar los modelos de la compañía inglesa, nos está acostumbrando a lanzamientos cada vez más especiales. Hace poco presentó el Vantage y el DBS Superleggera 007 Edition, en conmemoración de la nueva película de James Bond. Ahora, trae una creación one-off que combina lo mejor del pasado y presente del fabricante: el Aston Martin Victor. No se conoce su propietario y, mucho menos, cuánto pagó por este ejemplar único, pero seguramente el precio no le importó.
Una combinación de todo
El Aston Martin Victor cuenta con un diseño inspirado en el Vantage V8 de la década de los setenta combinado con el chasis del One-77 y algunos elementos del Vulcan. Para empezar, la carrocería está pintada en color Pentland Green que contrasta con algunas piezas de color negro. Sus faros redondos empotrados, se acompañan de un imponente difusor delantero. Y el carácter musculoso se lo da un enorme capó con líneas muy agresivas. En el costado vemos faldones que incorporan las salidas de escape, realmente un buen toque. La parte trasera incorpora un juego de luces diseñadas tomadas del desarrollo del Valkyrie.
En el interior, lo primero que resalta es una cabina tapizada en cuero verde, a juego con el exterior, con algunas partes del monocasco de fibra de carbono expuestas. También llama la atención su volante en forma de “c” inspirado en el Vulcan y muy al estilo de la Fórmula 1. Por su parte el tablero incorpora dos pantallas: una, de tipo flotante, para el info-entretenimiento y otra para el panel de instrumentos. Materiales de lujo no hacen falta, y las inserciones de madera de nogal, aluminio anodizado y titanio mecanizado terminan de decorarlo.
Respaldo bajo el capó
No creo que sea necesario decirlo, pero por supuesto que todo ese aspecto de bravucón está respaldado por una mecánica potente. Bajo el capó encontramos el motor del One-77 que de serie genera 750 HP y 750 Nm. Sin embargo, los ingenieros de Q by Aston Martin llevaron el motor de serie a Cosworth para un “leve” ajuste. ¿Las consecuencias? Ahora el propulsor V12 de 7,3 litros aspirado naturalmente aumentó su potencia hasta los 847 HP y el torque hasta los 821 Nm. Este se acopla a una caja mecánica de 6 velocidades, convirtiéndolo en el Aston Martin de transmisión manual más potente fabricado por la compañía inglesa.
Para manejar toda esa potencia fue necesario agregar un embrague de competición y dos enfriadores adicionales para la transmisión. Mientras, la suspensión recibe resortes y amortiguadores regulables en hasta seis posiciones, utilizados en el Aston Martin Vulcan. Para detenerlo se utilizaron frenos Brembo de seis pistones con enormes discos carbocerámicos. Además, el Victor es capaz de generar una carga aerodinámica de 825 Kg a 160 m/h: eso es más carga que la generada por un Vantage GT4. Con todo esto entendemos que no es un auto solo de exhibición y que seguramente su propietario lo disfrutará al límite, como debe ser.