El archirrival del Tesla Model 3 se renueva para mantenerse en la pelea. Le hablo del BYD Seal, ese sedán eléctrico deportivo que va dejando buenas sensaciones en Europa y América Latina y que recibe una pequeña actualización de media vida para no quedarse tras su competencia. Parecerá que, a simple vista, nada haya cambiado en este modelo, hasta que comienza a observarlo con lupa.
La actualización del Seal es crucial para un momento en el que BYD se ubica muy bien en el mercado global, sea con sus productos u ofreciendo tecnología a otras marcas. Típico de un auto eléctrico que se renueva por primera vez, las novedades se enfocan en el desempeño de sus baterías y motores al igual que la tecnología, preservando el diseño.
Por cierto, todas las novedades a continuación seguramente llegarán a los hermanos SUV del Seal a futuro.
Poniendo al día sus baterías
La primera gran novedad está en sus baterías tipo Blade. Estas abandonan la arquitectura de 400 voltios en favor de los 800v; detalle que seguramente reducirá al menos en 1/3 los tiempos de carga del Seal. BYD sólo nos dijo que el modelo ahora toma 25 minutos en ir de 10 al 80% en su nivel de batería.
Se mantienen las capacidades de 61,4 y 82,5 kWh de las baterías, al igual que las configuraciones de motor trasero de 215, 308 o 523 caballos de potencia para el Seal AWD. El chasis y las baterías selladas tampoco reciben cambios mayores, no puedo decir lo mismo de la suspensión que ahora es adaptativa y mejora la estabilidad y control del Seal en curvas o a altas velocidades.
Un retoque discreto y con más lujo
Aunque no lo parezca, sí hay una novedad en diseño tanto interior como exterior. ¿Nota ese “morro” en el techo del Seal? Es el nuevo sistema de radar LIDAR, que le ofrece al sedán insignia de BYD mayores capacidades de conducción autónoma, detección de tráfico y señales en tiempo real, entre otras maravillas tecnológicas.
Pasando a la cabina, encontramos un volante rediseñado con más cuero y botones físicos, un tablero con una apariencia más minimalista y sobria, una consola central retocada e iluminación ambiente con patrones más detallados. Todo para añadir una sensación más premium y que el Seal no tenga nada que envidiarle a sus archirrivales de Tesla, al igual que BMW o Mercedes-Benz.
Por todo lo demás, el Seal no cambia mucho en esta actualización, BYD optó por preservar su diseño casi intacto. Detalle que puede ser bueno, si la idea es hacer que la estampa del Seal sea reconocible y atemporal.