Pida un deseo, porque jamás verá a tantos Mercedes-Benz SLR McLaren juntos. Ese ultra deportivo británico y alemán está de fiesta, cumpliendo 20 años de deslumbrar al mundo con su desempeño, estilo y el glorioso sonido de su V8 supercargado. Oficialmente estamos viejos, pero eso no detuvo a la gente de McLaren de celebrar la ocasión con una reunión especial en su cuartel general en Woking, Inglaterra.
Para conmemorar su presentación al mundo, que ocurrió hace muchas lunas en un día de noviembre de 2003, McLaren decidió juntar en un solo lugar a un grupo de los más exquisitos Mercedes-Benz SLR. Entre ellos cuatro de sus versiones especiales y muchos ejemplares más pertenecientes al Club SLR. Más de 20 ejemplares de ese exótico se juntaron para “apagar las veinte velitas” del pastel para declarar que el SLR oficialmente llegó al segundo piso.
Sobredosis de McLaren
Entre los ejemplares a techo abierto o cerrado del Mercedes McLaren SLR se destacan tres ejemplares. El primero es un SLR personalizado por MSO o McLaren Special Operations y con una librea inspirada en diseños de carrera. Este ejemplar luce el número 14, que me recuerda a la leyenda americana de USAC e IndyCar A.J. Foyt, quien usara ese mismo número. Ah, y cómo olvidar su aerodinámica más extrema, por si el alerón desplegable no bastaba.
El segundo es el prototipo del McLaren SLR 722 GT, un auto de carreras para una serie que utilizaba exclusivamente al SLR. Finalmente no podía faltar su versión conmemorativa a Sir Stirling Moss, con su techo eliminado para lucir como los roadster de los años cincuenta con los que Moss estuvo tan cerca de obtener un título de Fórmula 1. De hecho, modelos como el 300 SLR y W196 fueron las inspiraciones para crear al SLR McLaren en primer lugar. Junto a estos ejemplares, 21 Mercedes-Benz SLR McLaren del Club hicieron acto de presencia.
En su época los números del SLR eran tremendos, particularmente porque Mercedes-Benz se abstuvo de crear un hypercar por tanto tiempo, excluyendo aquellos homologados para pista. En alianza con McLaren, ambas marcas crearon un llamativo cupé con un capó muy alargado y ciertos tintes inspirados en el éxito de ambas casas en Fórmula 1 y Le Mans. Motivado por un V8 de 5.4 litros que producía 617 hp (o 641 en la edición Stirling Moss), un SLR alcanzaba los 100 km/h en 3.3 segundos, y superaba con facilidad los 330 km/h. ¿Lo mejor? Al SLR no se le nota la edad y luce tan fresco a como lo hizo hace dos décadas.