Esta vez no es China, sino esa tierra que alaba a los gatos como si fueran personas y nos brinda telenovelas más dramáticas que el poema de un adolescente con el corazón roto. Desde Turquía nos llega la noticia que el Renault Mégane está “vivito y coleando”, ahora luciendo el apellido Grand Coupé. Modelo que existe sólo porque el público demandó su regreso.
No, no es la versión E-Tech eléctrica, es el Renault Mégane sedán de cuarta generación, el cual vio su ciclo estirado simplemente porque ciertos países europeos le exigieron a Renault que ofrecieran un sedán. Dado que el Renault Taliant no es tan popular y el Symbol desapareció hace rato, la casa francesa decidió responder ese llamado con el Mégane.
Un buen sedán nunca muere
Ensamblado en Turquía y exclusivo de esa nación, al igual que República Checa, Polonia e incluso ciertas regiones de África; el Mégane de cuarta generación entra en su noveno año en producción.
Es cierto, el nombre vive en el ya mencionado hatchback eléctrico al igual que el Arkana, que en ciertos mercados se le conoce como Mégane Conquest. En lo que respecta a un sedán tradicional, el nombre Mégane se creía desaparecido, hasta que Renault decidió extender su vida como un Grand Coupé más “deportivo y elegante”.
Casi 10 años, pero vigente a petición del público
Motivando a este sedán, que bien podría ser rival del Nissan Sentra y Mazda 3 en nuestra región, se encuentra ese motor 1,3 turbo presente en el Captur y la Duster. Aquí produce 138 hp y 240 Nm hacia las ruedas delanteras. En cuanto a la transmisión, esta puede ser automática de siete o manual de seis velocidades.
Para mantenerse vigente, el modelo recibe bastantes elementos en confort y tecnología; como una pantalla vertical de 9,3”, clúster digital, navegación, detección y mantenimiento de carril, sensores y cámara de reversa, monitoreo de punto ciego y asistente de frenado de emergencia, entre otros.
Afuera posee un diseño bastante convencional en términos de Renault, con faros delanteros y traseros en forma de C y diodos LED, rines de 18 pulgadas y una silueta algo deportiva, casi como un liftback. La mejor forma de describirlo es compararlo al Renault Arkana, pero sin la suspensión levantada.
Así que, si bien sabemos que los sedanes están desapareciendo, aún hay mercados selectos que exigen este tipo de vehículos. Particularmente el este de Europa, donde Renault reactivará la venta del Mégane Grand Coupé producido en Turquía.
Y usted, ¿cree que este Mégane se vendería bien en Latinoamérica? Lo leemos.
