Hoy en noticias que no esperamos reportar, pero que se veían venir a kilómetros. Si bien técnicamente no desaparece, el Salón de Ginebra como lo conocemos llega a su fin luego de una última edición que no logró recapturar la magia. Casi 120 años de historia llegan a una conclusión anticlimática y triste, de un evento sinónimo con la industria automotriz que no logró recuperarse de la pandemia.
Ese fue el anuncio oficial que emitieron los organizadores del legendario evento, anunciando una “reinvención” del evento a futuro, pero en la ciudad de Doha en Catar.
Crónica de un final anunciado
Los representantes del Salón Internacional de Ginebra señalan que, luego de mucha deliberación y de una edición 2024 que no fue ni la sombra de su pasado, decidieron dar fin al evento. Dicho de otra forma, el Salón como lo conocíamos murió y ya no se celebrará en los pabellones de Palexpo, ubicados en la ciudad de Ginebra que, durante los meses de marzo, era la meca de la industria por una semana.
No fue un secreto que la escala de la última edición no fue la esperada, con muy pocas marcas haciendo acto de presencia y dificultades técnicas. Una diferencia de la noche al día con lo que solía ser el Salón y se veía venir una decisión difícil, pero necesaria.
Así pues, la tradición de celebrar el evento en Ginebra llega a su fin, con 119 años de historia y tradición truncados por la pandemia. Los organizadores moverán el evento con un formato distinto a modo de festival automotriz que se tome toda la ciudad de Doha, Catar. Lugar donde se celebró ese regreso del Salón luego del colapso global por aquel virus, en 2023.
De ahora en adelante ese será el único formato del Salón de Ginebra, al menos eso es lo que revela el comunicado que anuncia la decisión. Quizá en algún momento el Salón reviva cual fénix en Ginebra, pero no es algo que esperamos en un futuro cercano.