¡Mustangs y más Mustangs! Ford no se cansa de criarlos y convertirlos en caballos siniestros para dominar dentro y fuera de la pista. Esta última generación está cargada de diferentes razas y cepas de potros de alto desempeño, y esta es la más reciente. Es el Ford Mustang GTD, un muscle car inspirado en las competencias y que es perfectamente legal para usar en la calle.
Ford hace gala de un ADN campeón y el diseño más radical de cualquier Mustang de la historia, lo que es curioso porque el Mustang GT3 aún no debuta en competencias. ¿Por qué es importante? Porque el Ford Mustang GTD que aquí ve es la versión de calle del GT3, una serie limitada que pone en ridículo a cualquier Shelby GT500 KR, Cobra SVT R y cualquier otro Mustang en el pasado con apariencias extremas y series limitadas.
El Mustang para acabar con todos los Mustangs
De una manera algo retorcida este es el sucesor espiritual del Ford GT, al menos por un tiempo. Es curioso porque corrieron rumores que el Ford Mustang GTD tendría su motor atrás, haciendo honor al espíritu del GT y GT40 a la vez que crearía una controversia más grande que la generada por el Chevy Corvette C8. Lo único que está sobre el eje trasero del GTD es su transmisión y diferencial, ubicados juntos para obtener una distribución de peso 50/50.
El nombre proviene de la categoría GTD de IMSA, en la cual el Ford Mustang GT3 competirá el próximo año. Aunque nos parece que la D no es de diésel sino dominante. Antes de ver qué mueve a esta bestia, tomémonos un momento para apreciar su apariencia. Es como si un Mustang hubiese ido sin parar al gimnasio a “sacar brazo y pierna”. Acción que resultó en unos hombros (pasos de rueda) anchos con muchos túneles y venturis aerodinámicos.
También le dio un gigantesco alerón, un rostro perpetuamente fruncido cual peleador de artes mixtas (MMA) y un difusor trasero para mantener sus pies (ruedas) pegados al suelo. Ford y Multimatic son los responsables tras la concepción del “Mustang más radical de la historia”, proceso que involucró varias sesiones en el túnel de viento, piezas más ligeras y otros trucos propios de un auto para pista. Del interior no tenemos imágenes, pero Ford nos dice que usará gamuza, asientos Recaro y partes en titanio que alguna vez pertenecieron al jet de caza Lockheed F-22.
Capricho “con todos los poderes” de Ford
¿Cuáles trucos? Además de la transmisión en el eje trasero, están los frenos Brembo de carbono-cerámica, suspensión de carreras 100% ajustable tipo pushrod, altura al piso ajustable y control de tracción variable. Su motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado (el mismo del Shelby GT500 y F-150 Raptor R) tendría al menos 800 caballos de potencia, convirtiéndolo fácilmente en el Mustang más potente de fábrica sin el apellido Shelby.
Ford literalmente “lanzó toda su casa por la ventana”, recogió todos los pedazos y los volvió a lanzar hacia la piscina. Es un tributo no al Mustang sino a lo que son capaces como marca, un golpe sobre la mesa para imponer respeto y decir que el Mustang es verdaderamente un modelo a tomar en cuenta en el ecosistema automotriz.
Con el Ford Mustang GTD la gente del Óvalo Azul quiere poner punto final a las burlas en torno al Mustang. Todos los juguetes posibles y por haber complementan las aspiraciones que tiene este preciado potro, que ahora ocupará el escalón más alto en el establo de Ford.
Solo para dejarlo claro, el Ford Mustang GTD será una serie limitada y aunque la marca no nos dijo cuántas unidades exactamente producirá, cada una costará 300.000 dólares. Ah, y Ford quiere llevarlo al Nürburgring y marcar un tiempo por debajo de los 7 minutos.