Si hay un genio en el mundo de los superdeportivos, ese es Gordon Murray y si hay algo que él ama más que nada, son los «longtails» de Le Mans, esos autos de carrera que parecen cometas por su cola extendida. Ahora, su firma GMA (Gordon Murray Automotive) ha combinado ambas pasiones para crear el S1 LM y el Le Mans GTR, un par de deportivos para la carretera que es, en esencia, una carta de amor a esa era dorada del automovilismo.
El Le Mans GTR es una oda al McLaren F1 GTR
El Gordon Murray Le Mans GTR es una locura de la mejor clase heredada por un ingeniero de F1 obsesionado con la velocidad. Construido sobre los fundamentos de sus modelos T.50 y T.50S, este hypercar lleva el ADN del legendario McLaren F1 GTR, el Porsche 917, el Matra-Simca MS660 y el Alfa Romeo Tipo 33/3, con una obsesión por los detalles.
En su corazón, ruge un motor V12 de 4.0 litros que sube hasta unas demenciales 12,100 rpm. Además, mantiene su tradicional configuración de tres asientos y una transmisión manual de seis velocidades, un verdadero lujo para los puristas en estos tiempos de cajas automáticas.
Su diseño tiene un flujo orgánico que se afila con costados aerodinámicos. Con faros apilados, una toma de aire en el techo y un alerón trasero de carbono, este auto grita «pista» por donde se le vea.
Como si lo anterior no gritara exclusividad, únicamente se producirán 24 unidades a nivel mundial de este modelo.
El S1 LM también rinde homenaje a los «longtails»
Este modelo también es una creación completamente nueva de su división de vehículos especiales y rinde un homenaje total al McLaren F1 GTR que ganó las 24 Horas de Le Mans de 1995 pilotado por JJ Lehto, Yannick Dalmas y Masanori Sekiya. Pero ojo no hay que confundirlo, este no es una «réplica», es una reinterpretación moderna con todo el alma de un campeón.
El S1 LM es un animal similar pero de una especie totalmente diferente. Aunque comparte el espíritu del V12 de Murray, este lleva su propio corazón: un motor atmosférico Cosworth V12 de 4.3 litros capaz de producir más de 680 HP.
De igual manera, su diseño es una lección de historia del automovilismo, con elementos icónicos que te transportan directamente a la pista de La Sarthe. La aleta central que lo recorre, la toma de aire en el techo y un alerón trasero de múltiples niveles no son solo para la estética; son un tributo funcional que demuestra que la forma y la función pueden vivir en perfecta armonía.
Así las cosas, si bien el Le Mans GTR se inspira en una filosofía, el S1 LM es la encarnación de una victoria histórica. Es el tipo de auto que hace sentir que uno apunta al podio de Le Mans y en el mundo de Gordon Murray, ese es el mayor premio de todos.