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Si hay un hombre sobre la faz de la tierra que entiende los autos a un nivel trascendental más allá de todo mortal es Gordon Murray. Bueno también está Adrian Newey que tiene un túnel de viento integrado en sus ojos, pero no nos desviemos. Gordon Murray volvió a sus andanzas de crear exóticos con un desempeño absurdo y belleza extrema, y prueba de ello es el nuevo GMA T.33 Spider. Lo mismo que un T.33 pero con el viento soplando fuerte en su rostro.

Si de exóticos se habla, a GMA le faltaba tener un modelo descapotable. Como buena compañía que produce autos en bajos volúmenes, a Gordon Murray Automotive (o GMA) le tomó un tiempo desarrollar a la perfección el T.33 Spider, sufijo que es tan sinónimo de la dulce vida italiana como lo es de autos convertibles.

Como diría Magneto… perfección.

Manual y puro justo como debería ser

Cuando se conduce una creación de Gordon Murray hay un prerrequisito, y es esforzarse, así que el GMA T.33 Spider no es la excepción. El techo en dos piezas se remueve de forma manual, nada de motores eléctricos que agreguen peso innecesario ni nada de esas nimiedades. Aquí el nombre del juego es la eficiencia extrema, y por eso es que el T.33 Spider apenas supera la tonelada de peso.

Motivando esta obra de arte sobre ruedas está el mismo V12 Cosworth de 4 litros, trabajado hasta el cansancio para superar las 11.000 RPM y erogar la saludable cifra de 607 caballos de potencia y un par motor de 451 Nm. A petición del público, la opción de transmisión automática secuencial fue eliminada porque solo 4 clientes de 100 la ordenaron en el T.33. Este es un auto de verdad y debe tener tres pedales, así como el universo lo manda.

Del T.33 Spider también se producirán 100 unidades, y le apostamos lo que quiera a que todos ya están vendidos, porque así es el mundo de los exóticos. Por cierto, para los fanáticos del efecto suelo la pérdida del techo no afecta la carga aerodinámica tan masiva que genera el T.33 a altas velocidades.

Diseño extremadamente meticuloso

Curiosamente Murray dice que desarrolló el T.33 Spider antes que su variante de techo cerrado. Y es la más práctica, gracias a los guardafangos que se abren para revelar un espacio de carga sorpresivamente grande. No espere algo colosal porque esto no es un hatchback sino un supercar, pero al menos podrá viajar largas distancias en él.

Tres pedales, dos palabras que le encantan a todos los entusiastas.

El interior es deliciosamente simple, con elementos hechos a mano, una palanca de cambios que invita a tomarla con firmeza y un volante que le recuerda que hay un V12 rugiendo tras usted. Nada de distracciones, solo enfóquese en el camino y que el T.33 lo lleve a buen puerto.

Murray también nos dice que el diseño del T.33 está en constante evolución, y que este modelo de demostración es diferente a las 100 unidades que le siguen. Por ejemplo, el vidrio frontal está ubicado más adelante y en otro ángulo. 

Sabemos que jamás tendremos la oportunidad de poseer una de estas bellezas. Pero con un valor de 2.4 millones de dólares, se nos hace “asequible” considerando el trabajo tan meticuloso que GMA invirtió en el motor, exterior e interior.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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