Existen pocas personas en el mundo que, al proponerse algo, realmente lo cumplen: Christian von Koenigsegg es una de ellas. No importa que su marca dijese que no querían establecer más récords, siempre terminan regresando para mostrar por qué están encima de Bugatti. ¿Quiere más pruebas? Aquí tiene al Koenigsegg Sadair Spear, la versión absoluta y definitiva del Jesko. Una suerte de “director’s cut” cuya existencia se basa en dominar en el circuito, cueste lo que cueste.
Como Koenigsegg lo plantea, “la perfección es un objetivo en constante cambio”, los Jesko Attack y Absolut son fantásticos, pero no son perfectos; quizá el “Sadair Spear” tampoco lo sea, pero es un paso más allá. Tal y como el Jesko, el nombre de este hypercar absurdo hace honor al padre de Christian von Koenigsegg. Tomando el ejemplo de Lamborghini, Sadair’s Spear era el nombre del caballo de carreras de Jesko von Koenigsegg.

Es casi un regalo de cumpleaños para el jefe de Koenigsegg, además del último modelo en el linaje del Jesko, esta vez es verdad.
Perfeccionando lo perfecto
Lo gracioso es que, si bien Sadair’s Spear es el Koenigsegg más brutal hasta la fecha, hay otro en camino. Pero esa será una historia para 2026.
Básicamente este es un deportivo para pista que se ríe en la cara del Bugatti Bolide. Koenigsegg tomó al Jesko y lo llevó a su más pleno cenit. El motor V8 biturbo de 5 litros se mantiene, con sus 1.625 caballos de potencia, pero con una eficiencia térmica 30% mejor que el Jesko. Ello gracias a un sistema de refrigeración mucho más robusto, nuevas tomas de aire adelante y atrás, un radiador para enfriar el sistema de aceite y un ECU retocado para exprimir 25 hp más, sí se usa combustible E85.
Hay frenos carbocerámicos más grandes, porque la idea es empujar a este “chico malo” al límite en una pista. La suspensión tiene resortes más ligeros y el sistema Triplex de amortiguadores activos. 35 kg fueron eliminados cortesía del uso extenso de fibra de carbono, menos insonorización y otras cosas que son consideradas “innecesarias”. Sólo con esto Sadair Spear es 1,1 segundos más rápido en el circuito de pruebas de Gotland. No parece demasiado, pero esta pista mide 7,3 km y un segundo es una distancia considerable, vuelta por vuelta.
Sí, la transmisión “lightspeed” secuencial de 9 marchas no tiene cambios, porque no los necesitaba. Nada de figuras, pero si el Jesko normal va de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos, este monstruo podría estar cerca de los 2 a 2,2, con su velocidad tope que excede los 500 km/h.

Aerodinámica al límite
El otro as bajo la manga de Sadair Spear (o Sadair’s Spear) es su aerodinámica. Dive planes y rejillas al frente y sobre las ruedas, nuevos ductos en la nariz, un alerón enorme con aleta Gurney y dos niveles con ajuste activo. Ello representa 20% más carga aerodinámica, 5% menos arrastre. Los rines de turbina son únicos de Sadair Spear, refrigerando los frenos de forma más eficiente y generando carga. Y sí, las llantas Michelin Pilot Sport Cup 2R son más grandes y anchas, soportando esa carga aerodinámica en las curvas.
Así esta creación sueca tiene la distinción de ser de los pocos autos del mundo donde la proporción del peso y potencia es 1 a 1. Adentro, las sillas tipo cubo tienen arneses de seis puntos si se quiere, con toques únicos para Sadair’s Spear, pero sigue siendo cómodo. Hay carga inalámbrica o por USB, conectividad a smartphones, botones, aire acondicionado, etc.
No que ese sea el punto, la idea es llevar al límite a Sadair’s Spear en las curvas y rectas. No es exclusivo para la pista, puede usarse en la calle si así quiere. Puede actuar domesticado en un instante y desatar una tormenta de inmediato; seguramente humillará al Rimac Nevera y los Bugatti Tourbillon y Chiron, pero por ahora Koenigsegg se reserva el derecho a revelar cuáles récords romperán.
Por cierto, sólo se harán 30 ejemplares, costaron 4 millones de euros y sólo “clientes muy estimados de Koenigsegg” pueden comprarlo. ¿Será muy tarde para adquirir un CCR y ganar el favor de la marca?
