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Hay gente cool y luego está la personaje de la historia de hoy. Por años nos vendieron la idea que los adultos mayores en Japón son personas calladas, que ya no conducen y prefieren estar lejos de la sociedad. No es el caso de Naoko Nishimoto, una abuelita que hasta hace muy poco conducía un flamante Mazda RX-7 FD.

Sí, como si fuese Vin Diesel en la primera Rápido y Furioso, esta mujer de 80 años era la orgullosa dueña del último RX-7. No cualquier ejemplar, uno de tercera generación que compró nuevo hace 25 años y que condujo a diario sin parar. Si le quedan dudas que esta es la abuelita más petrolhead del año, Nishimoto conducía un Mazda RX-7 manual. Esta mujer entiende que los manuales son superiores.

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Si esta mujer de 80 años no es cool, entonces no sé qué pueda serlo. Aquí entregando las llaves de su RX-7.

La abuelita fanática a los autos que todos quieren

¿Por qué contamos su historia? Porque recientemente se viralizó por segunda vez. Hace un tiempo Naoko saltó a la fama de internet al revelarse que era la dueña de un RX-7 plateado metálico, el cual conducía hace un cuarto de siglo.

Allí no se detiene la historia de la abuelita más “cool” del mundo automotriz, porque Naoko se enamoró del Mazda RX-7 gracias a Initial D. Sí, tiene que agradecer a los hermanos Takahashi, ambos dueños de un RX-7 en el manga/anime; en concreto a Keisuke y su FD color amarillo con kit Mazdaspeed y RE Amemiya.

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Manual, la única forma de disfrutar un Mazda rotativo.

Claro que el FD de Nishimoto permanece original. Apenas marca 48.000 millas en su odómetro (unos 77.500 km) y se encuentra en un estado perfecto. Con mantenimiento preventivo, cada uno de los 261 caballos de potencia de ese motor 13B-REW twin turbo de doble rotor deben permanecer intactos.

Cediendo las llaves y los mocasines para conducir

Pero espere, ¡hay más! Nishimoto decidió hace un tiempo que a sus 80 años se retiraría del negocio de conducir. Es decir, voluntariamente entregaría su licencia de conducción a las autoridades japonesas. Con el destino del RX-7 ambiguo, cientos de cartas inundaron a Naoko pidiéndole que cediera su preciado Mazda.

Es casi apropiado que la misma marca, conmovida con la historia, se contactara con ella para comprar de regreso el RX-7. Y así fue, en una vitrina de la marca se realizó una ceremonia donde Naoko se “jubiló” de conducir y entregó su inmaculado RX-7, al que apodaba “Siete”. Modelo que será utilizado en eventos publicitarios y será ligeramente restaurado, no que Naoko condujese con demasiado abuso este deportivo, ya que lo usaba para viajes cortos o para hacer sus compras.

Ahí lo tiene, una abuelita más interesante que todos nuestros abuelos, que usted o yo o muchos entusiastas, sin importar que ya no tenga su Mazda RX-7. Sólo podemos soñar con una vejez similar, en la que todos tengamos acceso a nuestro auto soñado y sigamos conduciéndolo, incluso con 70, 80 o 90 años.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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