Hace 45 años Toyota tenía una maravillosa idea: cubrir el área de carga de la Hilux para crear un SUV. Hace 16 años la quinta generación de ese modelo aparecía para recordarle al mundo de sus prestaciones, muy a pesar de su imagen urbana. Y hoy puedo decirle con confianza que la receta no cambió, sólo se perfeccionó y adaptó. Aquí está, luego de muchísima anticipación, la nueva 4Runner 2025, parte de esa familia de 4×4 rudos y con diseño neo-retro que adorna el portafolio de Toyota en la actualidad.
Iré al grano, así como generaciones anteriores, la nueva Toyota 4Runner es casi idéntica a la Tacoma 2025, salvo por algunos elementos estéticos y el hecho que su área de carga está cubierta. Con esa fórmula llegan un sinfín de mejoras y novedades a la 4Runner para ponerla al día y por delante de su competencia, preservando esa fórmula original: 4×4, actitud aventurera, conducción divertida y chasis de escalera.
Una 4Runner que llega pisando fuerte
Aunque son muy similares, en especial mecánicamente, Toyota supo separar la identidad de la 4Runner 2025 respecto a la Tacoma. Todo está en los detalles y no sólo es su cabina cerrada. Al frente se encuentra una gran parrilla ovalada, que le da una sensación de “mini Sequoia” a la 4Runner, apropiado ya que comparten chasis.
Ese frente se distingue por el diseño de la defensa, que simula una barra protectora integrada con todo y su placa de deslizamiento. En general, es una silueta más robusta y musculosa en comparación a la vieja 4Runner, conservando elementos clave como las ventanas traseras que se extienden al techo y una ventana trasera operada de forma eléctrica.
Son nueve las versiones de la 4Runner, cada una con sus toques estéticos especiales. Están los modelos “urbanos” Limited y Premium con menos detalles rudos, rines de 20”, acentos cromados e interiores más cómodos. En el medio están los modelos aventureros Trailhunter, TRD Pro y Off-Road, con pasos de rueda ensanchados, frentes más agresivos y accesorios de serie como rejillas de carga.
Y, a pesar de ser un modelo 100% nuevo, Toyota logra que sea de inmediato reconocible como una 4Runner, evocando ciertos trazos en sus luces, costados, capó y parte trasera que la identifican como tal.
Cambiando el V6 por la hibridación
Así como la Tacoma, la nueva 4Runner 2025 usa un chasis de escalera compartido con la Tundra, Land Cruiser 250 y 300 al igual que la Sequoia. Detalle que le permite a la 4Runner obtener una suspensión independiente en ambos ejes (multibrazo atrás), barras estabilizadoras colapsables y motores con tecnología híbrida.
Adiós al venerable V6 de 4 litros, porque la 4Runner recibe el motor 4 cilindros turbocargado de 2,4 litros, el cual produce 278 hp y 430 Nm. Con la asistencia de un motor eléctrico, la 4Runner híbrida asciende a 326 equinos y 630 Nm de par; con ambos motores eclipsando las figuras del viejo V6, con el beneficio del torque entrando a las 1.700 – 2000 RPM. El único problema es que Toyota se negó a darnos la transmisión manual de la Tacoma, haciendo de la 4Runner un modelo exclusivamente automático.
Respecto a la suspensión, todos los modelos usan amortiguadores Bilstein. Que pueden ser adaptativos en modelos Limited o Platinum; o recibir un kit de levantamiento y amortiguadores ajustables firmados por OME en la Trailhunter, o Fox en la TRD Pro.
Es cierto, la Land Cruiser 250 Prado y 4Runner se parecen más que nunca. Toyota insiste que ambas pueden coexistir sin ningún problema. La 4Runner, por ejemplo, ofrece extras como una tercera fila de asientos, mayor despeje al suelo (23 vs 20 cm) y un poco más de longitud (2,5 cm más).
Toques de modernidad con un giro práctico
Su interior es lo que se imagina: un lugar cargado de tecnología contemporánea. Por tal razón agradecemos que Toyota preserve los botones físicos, así nos prive de tener tres pedales incluso en las 4Runner más básicas. Una de las novedades es la cámara 360° con monitor off-road, detalle tomado de la gran Land Cruiser LC300.
Una pantalla de 8 o 14” domina el centro del tablero, con toda la conectividad y aplicaciones inalámbricas. Cinco puertos USB tipo C y carga inductiva adornan la cabina, con asientos en tela microperforada o cuero, dependiendo de la versión. Los asientos con calefacción también aparecen en 4Runner más completas, al igual que head-up display y un clúster digital. No puede faltar el sistema Safety Sense 3.0 con todo tipo de asistencias al manejo de regla y algunas opcionales.
Exclusivo de los modelos híbridos llega un generador (o inversor de corriente si quiere ser técnico) con 2.400w de potencia para alimentar electrodomésticos.
Las versiones más aguerridas
Y por último, algunos detalles concretos de las versiones especializadas de la Toyota 4Runner 2025. Empezando por su versión Trailhunter, cuya razón de ser es seducir a aquellos que desean un 4×4 más capaz. Además de la suspensión OME, esta 4Runner añade una rejilla de carga, barra LED integrada en la parrilla, esnórquel, llantas todoterreno, asientos en tela SofTex y por supuesto, una plétora de insignias Trailhunter.
Opuesto a esta versión, la más ruda TRD Pro posee pasos de rueda ensanchados en color negro, esa barra LED frontal, suspensión Fox, toma de aire en el capó, monitor off-road, rines especiales y un balance de chasis perfecto para surcar dunas a toda velocidad.
Como toque final, los modelos Platinum acceden al tono azul heritage, color en homenaje a viejas glorias 4×4 de Toyota. La nueva 4Runner comenzará a aparecer en vitrinas estadounidenses hacia el último tercio de 2024, así que pasará un buen rato para verla en otros mercados del mundo.