Como buena marca premium, Land Rover no se olvida de sus clásicos y tiene un programa especial para restaurarlos, siempre y cuando tenga el dinero y credenciales suficientes para costearse ese capricho. La última creación de Land Rover Classic es una continuación del Defender V8 que, para muchos, debió seguir en producción y su nombre es Islay. ¿Ya le mencionamos que viene con una botella de fino whisky y todo?
No es por perpetuar el cliché en torno a las bebidas alcohólicas y Escocia, pero el Land Rover Defender Islay V8 está inspirado en ambas cosas. Si no lo sabe, Escocia no solo es un sitio en donde la gente habla muy enredado y beben cerveza o tragos fuertes, también es una tierra llena de castillos, montañas y parajes dignos de explorar. Actividades que se disfrutan mejor en algo como un Defender clásico, y en este caso restaurado por la misma marca.
Celebrando las raíces de Land Rover
Aparte del alcohol y los 4×4, Land Rover nos dice que el Defender Islay V8 se inspira en uno de los vehículos de Spencer Wilks, quien ayudó a fundar la marca. Islay es también el nombre de una isla y región de Escocia en donde el hombre iba de vacaciones, así que es un homenaje al cuadrado.
Si bien este no es un Defender de la serie original, sí es uno con un poderoso V8 que produce 405 caballos de potencia y utiliza una caja ZF automática de 8 marchas. Dicho de otra manera es un restomod que se inspira en la esencia original de los primeros Land Rover, lleno de insignias y logos especiales, una tonalidad gris presente en esos primeros Defender y Defender II; contrastado por los faros LED para espolvorear algo de modernidad a la mezcla.
Su interior es una combinación práctica y lujosa, con cuero por doquier atravesado por lana oriunda de la isla de Islay, un radio moderno e inscripciones con la placa o registro del Defender de Wilks. Ese mismo que se aprecia en las fotos junto al Defender moderno.
Con herencia sabor a whisky
El toque final es una botella de whisky destilado por la misma familia de Wilks en Escocia. De hecho, la madera de la consola central proviene de barriles usados para producir esa bebida. Todo esto suena excesivamente escocés y británico, por lo que debe ser caro. Y tiene razón, por 230.000 libras esterlinas puede adquirir uno de los 17 Defender 90 Islay V8, o si quiere más espacio, Land Rover también aplicará el tratamiento a 13 Defender 110. Ese último asciende a 243.000 libras, o el equivalente a un cuarto de millón de dólares. Nadie dijo que la historia, particularmente de Land Rover, sería barata.
