Lotus-Emira-Jim-Clark
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Quizá uno de los pilotos que más merece reconocimiento en la historia de Fórmula 1 es Jim Clark. Este es un hombre que ayudó a cimentar la reputación de Lotus en F1, que dominó en los pocos años que estuvo activo y que subió al podio en ⅓ de las carreras que disputó. A modo de conmemoración por su victoria en las 500 milas de Indianápolis en 1965, hace 60 años, Lotus recuerda a Jim Clark con una edición especial de su Emira.

Versión del Emira que es aún más importante porque a, es el último Lotus con motor a combustión y b, tiene los colores que usaba Jim Clark en su tiempo. Quizá Clark pudo ayudar a Colin Chapman a diseñar autos de calle como lo hizo Ayrton Senna con Honda, pero nunca lo sabremos. Sólo podemos imaginar que el piloto inglés aprueba desde el más allá la existencia de este Emira.

Homenaje a una leyenda

Aunque lleva los colores verde y amarillo de los Lotus con los que conquistó dos títulos de F1 y 25 victorias, este Emira en honor a Jim Clark es referencia directa al Lotus 38. Aquel marcado con el número 82 que clasificó segundo en esa edición de las 500 de Indianápolis, dominando casi toda la carrera.

Limitado a 60 ejemplares (por esos 60 años), el Emira “Clark Edition” es manual, como aquel piloto hubiese querido. Seis velocidades para controlar ese V6 sobrealimentado de Toyota con 400 hp y 420 Nm de par, llegando a los 100 km/h en 4,2 segundos. Es quizá el último Lotus ligero y deportivo de verdad, así que es más que apropiado. Lo único más adecuado es que usase un V8 Cosworth como el Lotus 38, pero no sé si Lotus quiera tomarse la molestia.

Todo está en los detalles

Lotus-Emira-Jim-Clark

El tratamiento Clark inicia con un exterior verde con una línea amarilla recorriendo el frente y centro de la carrocería. Pequeños acentos amarillos adornan el exterior, como los escapes y líneas de los costados, mientras el apellido de Clark adorna los costados y la tapa de gasolina exhibe un acabado metalizado.

Estribos enumerando cada ejemplar adornan el acceso a la cabina, ataviada en alcántara negra y roja, mismos colores del Lotus 38. El pomo de la palanca es en madera, mientras que la firma de Clark luce altiva en el tablero. Dato curioso, la butaca del piloto es roja, mientras que la del pasajero es negra.

La idea era replicar el Lotus 38 en un Emira y en ese objetivo, los diseñadores de Lotus se esmeraron. Será un juguete muy exclusivo, ya que Lotus llevará a este Emira a mercados selectos por un valor que ronda los 140.000 euros. Hora de llevar uno de estos a Indianápolis y ver de qué es capaz.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. Hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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