Todos los modelos compactos de Mercedes-Benz tienen su propia versión AMG (excepto el Clase B) y la más reciente adición a esta familia de autos deportivos “de entrada” es la carrocería Shooting Brake, que agrega un poco más de practicidad al tener un portón posterior inclinado. Así nace la nueva Mercedes-AMG CLA 35 4Matic Shooting Brake.
Por fuera, esta Mercedes-Benz CLA adopta un traje más deportivo, con un sutil kit aerodinámico y la opción de tener rines de 18 o 19 pulgadas, a tono con las cuatro salidas de escape. El interior también es más deportivo, con asientos, timón y pedales específicos, así como cambios en la interfaz MBUX y la función AMG Track Pace, que mide datos de telemetría.
![](https://fuelcarmagazine.com/wp-content/uploads/2019/06/19C0441_020-2-1024x654.jpg)
Junto con una estructura reforzada, este esbelto modelo familiar viene con los cinco modos de manejo AMG Dynamic Select (Slippery, Confort, Sport, Sport+ E individual), la función AMG Dynamics (simula un diferencial de deslizamiento limitado), la tracción total AMG Performance 4Matic y la opción de incluir la amortiguación variable AMG Ride Control.
Tratándose de un AMG, no es de extrañar que bajo el capó encontremos un motor M 260 de cuatro cilindros y 2,0 litros. Gracias al turbo de doble entrada y un sistema de escape de alto flujo (con un botón que regula su sonido), entrega 306 caballos de potencia y 400 Nm de torque. A ello se suman frenos más grandes y una suspensión posterior independiente.
Para gestionar todo ese poderío una caja AMG SpeedShift DCT 7G de doble embrague, con función Race-Start (para arrancar con máxima aceleración) y levas detrás del timón. Por su parte, la tracción total 4Matic es conectable (acciona el eje posterior solo cuando es necesario) y tiene dos modos de uso: Confort (ESP activado) y Sport (con el ESP en modo Sport o apagado).
Todo este paquete de modificaciones diseñadas por AMG hace que este modelo familiar sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos (el mismo tiempo del CLA Coupé). Y como es tradicional en casi todos los autos alemanes, la velocidad máxima ha sido limitada electrónicamente a 250 km/h.