Si está teniendo un mal día, Opel tiene una station wagon muy especial para animar su mañana (o tarde). ¿Y lo mejor? Es un auto deportivo con una designación legendaria, en especial si usted es fanático a morir de la marca alemana. Este es el nuevo Opel Astra GSe, un hot hatch (y sports tourer) híbrido y deportivo, cuya misión es brindar algo de diversión a la conducción del día a día y de paso ayudar a salvar el planeta. Al menos esa es la idea de los autos híbridos, ¿verdad?
Si no le suena familiar el término GSe, es una designación especial de Opel que en épocas de antaño, como los setenta, significaba Grand Sport Einspritzung (o Gran Sport Inyección). La insignia engalanó máquinas como el Opel Manta, Monza y Commodore. Aunque tuvo otras variaciones para designar a modelos “más deportivos” como GT/E o GSi, esta última designando a los Corsa y Astra divertidos. En años más recientes la división de desempeño de Opel era OPC, pero esa sigla permanece dormida.
Regreso a las raíces, con un toque moderno
Aquí es donde entra GSe, que reemplaza a OPC y ahora significa Grand Sport Electric. Ahora tiene sentido el por qué este Opel Astra híbrido lleva la insignia GSe. En cuanto a hot hatches se refiere, el Astra GSe es más bien sensato, ofreciendo más potencia en un paquete práctico, sin ir a los límites de algo como un Golf R.
Gracias a que el Astra comparte plataforma con el Peugeot 308, Opel también toma prestadas algunas partes de aquel “león francés”. En concreto, el motor 1.6 turbo híbrido enchufable de 4 cilindros del 308 GT (y 508). Este produce 223 hp y 360 Nm de torque, administrados por una transmisión secuencial de 8 marchas. Con estos números el 308 posee un 0-100 km/h de 7.5 segundos, y una velocidad tope que ronda los 250 km/h.
Nada extremo, pero suficiente para divertirse, aunque por el momento Opel no confirma figuras de desempeño. El propulsor eléctrico que asiste al motor del Astra GSe tiene una batería de 12.4 kWh y posee un rango de hasta 63 km. Opel también dice que rebajó la altura del chasis en 10 mm, e integró una suspensión más dinámica con dámpers Koni para reducir la vibración y ajustar el rebote. En pocas palabras: el Astra GSe está más plantado en la carretera.
Una pizca más de diversión
Los detalles estéticos son sutiles, como la insignia GSe que designa al Opel Astra híbrido. Nuevos rines deportivos de aleación de 18” adornan las llantas, con retoques oscuros en el frente y parte posterior inspirados en el Opel Manta GSe elektromod. Un sutil spoiler en la puerta trasera corona las intenciones deportivas del Astra.
En el interior Opel instaló sillas deportivas tipo cubo al frente, con toques en alcántara. Por todo lo demás es el mismo Astra L que ya conocemos, con dos pantallas Pure Panel de 10” que dan un aspecto limpio y desprovisto de botones físicos a la cabina. Este deportivo híbrido es un paso más a la electrificación que Opel aspira a conseguir en 2028, tanto con autos divertidos como otros más sensatos.
