Apenas pasó una semana desde que el Porsche 911 GT3 RS se presentó y ya tiene una versión especial. “¿Cómo? ¿Más especial?” se preguntará y sí, pero no significa que sea más potente o rápida. En este punto, la única manera de hacer del GT3 RS un auto más rápido es poniendo plutonio en el tanque de gasolina. En cambio, Porsche aprovechó que tenían la oportunidad de brillar en la Semana del Automóvil de Monterrey, así que presentó su más reciente creación en vivo y en directo. Lo que hace especial a este Porsche 911 GT3 RS es que tiene un paquete de personalización llamado Tribute Carrera 2.7.
El nombre de este modelo en particular es demasiado largo, así que lo recortaremos a Porsche 911 GT3 RS Tribute. Como su nombre lo deja ver, cuenta con una personalización ofrecida por la marca que recuerda al 911 Carrera RS 2.7. Aquel es el primer RS, el que lo inició todo en el área del desempeño de las pistas para la calle. Como todavía no hay forma de sacarle más jugo al último RS, decidieron engalanarlo. Además, aprovecharon que el Carrera se presentó hace 50 años, así que no había excusa para no hacer esta versión especial.
Engalanado para las carreras
Esta obra de arte histórica llamada Porsche 911 GT3 RS Tribute es producto del GT Model Line and Style Porsche, su sección encargada de las personalizaciones en Estados Unidos. Esta sección hace parte del área global de personalización llamada Porsche Exclusive Manufaktur, los mismos que le dieron vida a Sally Carrera. Parece enredado, así que simplifiquémoslo un poco: este modelo en sí no está a la venta. Sin embargo, si vive en Estados Unidos, puede encargar un GT3 RS con el paquete Tribute Carrera 2.7, ya que no viene así de fábrica. En sí, puede personalizarlo como quiera, pero esto es básicamente lo que se ofrece.
Para empezar, los artesanos encargados de personalizar a este auto de carreras con matrícula agregan varios detalles en Python Green. Este es el mismo color verde con el que salió el Carrera 2.7 RS original. Dicho tono se puede encontrar en partes como en la parte baja de la carrocería, los espejos, el alerón, las ruedas, la jaula antivuelco, las costuras y varios detalles más en el interior. Todo esto acompaña el color blanco del color base y los faros traseros sin tinte. En cambio, las luces delanteras tienen un anillo en color blanco, algo que no se puede pedir de fábrica, sino que toca hacerlo a mano en Estados Unidos. Por lo demás, sigue siendo el mismo auto de carreras que ya conocimos, solo que mejor presentado.