El Volkswagen Touareg, ese SUV que compartió su exitosa plataforma para inspirar algunos modelos de Porsche y Audi, parecía tener sus días contados a finales de este año; sin embargo, en un giro inesperado de eventos, informes desde Alemania sugieren que este modelo podría no solo regresar en un futuro cercano, sino que podría hacerlo como un vehículo completamente eléctrico.
La versión de combustión, que aún se vende en ciertos mercados internacionales, pero que está próxima a finalizar, daría paso a un modelo de nueva generación que llevaría por nombre ID. Touareg. Aunque eso sí, según reporta el portal Automobilwoche, el vehículo regresaría con un cambio extremo que sería casi irreconocible como el antiguo Touareg.
Un salto tecnológico que estrenaría el nuevo Touareg

Según corre el rumor en los garajes, el ID. Touareg sería el primer modelo en utilizar la nueva arquitectura eléctrica avanzada SSP, superando a otros vehículos como el ID. Golf o el ID. Roc (la versión eléctrica del T-Roc) que estaban previstos para estrenar esta plataforma.
Se especula además que la rentabilidad del Touareg, sumada a los retrasos en la producción de otros modelos eléctricos, lo habría posicionado como el candidato ideal para ser el pionero de esta nueva era tecnológica.
Un origen curioso y un futuro incierto

El Touareg, que se lanzó por primera vez en Estados Unidos en 2003, fue un producto de la época de experimentación de Volkswagen bajo la dirección de Ferdinand Piech, un periodo bastante curioso que le dio la vida a un sedán de Volkswagen basado en un Bentley. El Touareg original presumía de capacidades todoterreno al nivel de un Range Rover, con suspensión neumática ajustable y múltiples bloqueos de diferencial.
Si la línea de producción del Touareg en Bratislava cierra el próximo año, como se espera, Volkswagen podría aprovechar ese tiempo para reequipar la planta y prepararla para el modelo eléctrico. Sin embargo, el futuro de este proyecto es incierto. El mercado de vehículos eléctricos está en constante cambio, y lo que hoy parece una apuesta segura, mañana estaría siendo reconsiderado; más aún en Europa donde la incertidumbre de cambios legislativos sobre las emisiones de los autos puede modificar muy rápidamente los planes de los grandes fabricantes.